La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, ha pedido la máxima colaboración a la Generalitat para afrontar la semana de la Magdalena, en la que no habrá fiestas, y que coincidirá con el levantamiento del cierre perimetral municipal y de otras restricciones autonómicas. En este sentido, la primera edila ha expresado su preocupación ante el previsible incremento de la movilidad con motivo de estas fechas señaladas. De este modo, se ha pronunciado Marco, tras participar en una reunión de trabajo por videoconferencia con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y los otros 15 alcaldes y alcaldesas de los municipios de más de 50.000 habitantes de la Comunitat Valenciana y el presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Rubén Alfaro, a la que también han asistido la consellera de Sanidad, Ana Barceló, y el secretario autonómico de Promoción Institucional y Cohesión Territorial, Alfred Boix.

"Debemos evitar que se genere un ambiente festivo que pueda derivar en situaciones de riesgo para la salud. Por ello, estamos preparando un dispositivo de seguridad específico para los próximos días", apuntó la alcaldesa, quien compartió con el presidente la propuesta del cambio de festivo local que elevaremos a pleno, en línea con la recomendación de mantener las clases durante la semana de Magdalena. Se trata de pasar la festividad del 8 de marzo al 10 de septiembre.

"Una recomendación que comparto plenamente porque no solo facilitará la conciliación familiar, sino que resulta la opción más segura desde un punto de vista sanitario", insistió la primera edila.