La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, ha solicitado a la Gerencia Territorial del Catastro una nueva bajada del 9,3% en el valor catastral, el importe sobre el que se aplica el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). Es la segunda revisión catastral consecutiva que pide el Gobierno municipal para rebajar el impacto de la contribución urbana en las familias, después de que el IBI subiera de forma notoria en los últimos años «por la decisión de los gobiernos central y local del PP», señala Marco.

Tras formalizar la solicitud, el organismo del Ministerio de Economía deberá resolver la petición en las próximas semanas. «El Gobierno municipal es sensible con la realidad económica de las familias y ajusta la política fiscal, al mismo tiempo que se garantiza la capacidad para financiar los proyectos y servicios relacionados con el bienestar de la ciudadanía», resalta.

La primera revisión de los valores catastrales rebajó un 9,1% el precio de las viviendas e inmuebles y en esta segunda revisión la bajada sería del 9,3%, lo que supondría un descenso acumulado en dos años de un 15%. De forma paralela, el propio Ayuntamiento rebajó el coeficiente municipal del IBI en casi una décima.