La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, prevé que la bajada del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) tendrá un impacto positivo en la reactivación del sector de la construcción en la capital de la Plana. El grupo de trabajo que ha planteado la segunda reforma fiscal municipal ha decidido bajar el tipo desde el 3,75% hasta el 3,5%. La modificación de la ordenanza fiscal será llevada al próximo pleno ordinario del mes de octubre.

«El ejecutivo municipal de Castellón tiene el objetivo de ajustar la tributación municipal para que la presión fiscal tenga criterios de justicia social y estimule, además, la dinamización de la actividad económica», manifestó Marco. De esta manera, según recalcó la máxima dirigente de la localidad, «la Administración local contribuirá en la medida de sus posibilidades a ayudar a la reactivación empresarial y a incentivar la creación de empleo».

El equipo de gobierno local considera que la actividad de la construcción ha sufrido en los últimos años los envites de la crisis económica y, precisamente ahora, se empiezan a apreciar indicios de una recuperación sostenible del sector, por lo que un ICIO más barato puede reactivarlo.

EL MÁXIMO ES DEL 4% / Desde el consistorio castellonense recordaron que el año pasado ya se efectuó una modificación de la ordenanza y se ajustó a la baja el precio de los módulos para acercarlos a los precios del mercado.

«El ICIO es un impuesto en constante dinamismo y desde el gobierno municipal se quieren aplicar medidas tributarias que permitan una justa presión fiscal», indicó Marco. Asimismo, recordaron que, con los gobiernos anteriores de Castellón, el tipo del ICIO llegó a situarse en el 4%, el máximo que permite la ley.

La rebaja aplicada al ICIO se enmarca en el ajuste general de las tasas e impuestos municipales que ha venido impulsando el Ayuntamiento. «Es una modificación que tiene como principal objetivo profundizar en la justicia fiscal, de manera que la carga tributaria se reparta de forma más equitativa entre la ciudadanía, en función de la realidad económica de las familias de Castellón», reseñaron.

La alcaldesa expuso que «los tributos tienen gran importancia para las finanzas municipales, pues permiten desarrollar las políticas sociales y de promoción económica que necesita Castellón para afrontar las consecuencias de la crisis dramática que ha vivido la ciudad en la última década». En su opinión, «lo que hay que lograr es atajar el fraude y que todos y todas contribuyamos al sostenimientos de los servicios públicos esenciales», añadió.