Las reformas de la fiscalidad municipal impulsadas por el Gobierno municipal de Castellón se han dejado notar en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de naturaleza rústica, que ya ha experimentado una bajada del 44% con respecto al establecido por el anterior equipo de gobierno.

El Ayuntamiento que dirige Amparo Marco destaca que Castellón es la capital de provincia en la que más ha descendido el tipo del tributo en el 2018, según un reciente estudio nacional.

La munícipe incide en la destacada bajada del IBI rústico en dos años, que tiene como objetivo «favorecer la actividad agrícola y reconstruir el cinturón verde de la ciudad». De este modo, un propietario medio que en el 2015 pagaba 625 euros, ahora abona 350.

El coeficiente del IBI rústico ha bajado en dos años del 1,07 al 0,60%. «Se trata de una disminución consecutiva de este tributo que demuestra el compromiso de este equipo de gobierno con los agricultores y de crear una ciudad amable con el medio ambiente», sostiene Amparo Marco.

La decisión del Gobierno municipal se ha producido al mismo tiempo que el Catastro modificaba la condición de 6.500 unidades en la capital de la Plana, que han pasado de urbanizables a rústicas por carecer de construcciones y no proyectarse un desarrollo urbanístico inminente, según estableció una sentencia reciente del Tribunal Supremo.

La alteración catastral ha reducido de manera considerable el recibo del IBI. En el 2017 las arcas locales dejaron de ingresar 1,1 millones. En este sentido, Marco recuerda que las políticas fiscales del Pacte del Grau han supuesto un alivio fiscal de unos 9,8 millones de euros a la ciudadanía en el cobro del IBI rústico y urbano, teniendo en cuenta que este último también ha bajado un 12,38% en dos años. «La reducción del IBI ha sido generalizada con el objetivo de reactivar la actividad económica», explica la alcaldesa.

Por otro lado, desde el equipo de gobierno local inciden en que se ha aprobado una reducción del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), el cual ha pasado del 4% al 3,5% «para ayudar a impulsar el sector de la construcción y la rehabilitación», sostienen desde el Ayuntamiento. Asimismo, también ha descendido la tasa de ocupación de vía pública de mesas y sillas para cooperar con el sector de la hostelería de Castellón.