La alcaldesa socialista de Castellón, Amparo Marco, ha hecho un llamamiento a la calma de todos los grupos para mantener intacto el Pacte del Grau que ha tensado por enésima vez Castelló en Moviment al amenazar con revisarlo si Marco no se posicionaba en contra de un gobierno con Mariano Rajoy al frente.

«No dejaré nunca que un tema de partido enturbie la colaboración y lealtad institucional que, desde el primer día, estamos practicando los tres grupos que firmamos el Pacte del Grau. Y me gustaría que el resto de grupos también lo hiciesen». Este es el primer posicionamiento público de la alcaldesa sobre esta nueva crisis en las relaciones de los tres partidos, después de que ya se hayan pronunciado al respecto la portavoz municipal, Verònica Ruiz, y los portavoces del grupo municipal socialista, de Compromís y de Castelló en Moviment, en la misma línea.

«Me comprometí el día que tomé posesión como alcaldesa de Castellón a anteponer siempre los intereses de la ciudad a los de partido y, en esa línea, seguiré firme a mis principios», asegura.

Preguntada sobre si va a interceder públicamente para que no se facilite un gobierno de Rajoy, como le pidió mediante comunicado el pasado fin de semana el portavoz de Castelló en Moviment, Xavi del Señor, reitera: «Como alcaldesa debo centrar todos mis esfuerzos en el Ayuntamiento. De hecho, ahora mismo estoy trabajando para intentar solucionar los problemas de conexión que está sufriendo nuestra ciudad por las obras del AVE y los cortes al tráfico en la A-7».

Precisamente en esta línea hablaron esta semana los portavoces del grupo municipal socialista y de Compromís, Rafael Simó e Ignasi Garcia, respectivamente, al pedir que no se supeditara la política municipal a la estatal.

Con el llamamiento a actuar con lealtad institucional, Marco suaviza la tensión a la que se había visto abocado, otra vez, el Pacte del Grau. Un acuerdo que desde que se firmó hace más de un año -el 12 de junio del 2015- se ha tambaleado en varias ocasiones por diversos asuntos.

FRICCIONES // Los motivos de las fricciones han sido varios, desde la política fiscal municipal ciudadana hasta la financiación de los festejos taurinos o la recuperación de los servicios públicos que fueron privatizados en la etapa del PP y hoy aún se mantienen; o el alcance real de la política en materia de desahucios.

En todas las ocasiones, la amenaza de abandonar el pacto ha sido de Castelló en Moviment, que se ha mostrado beligerante siempre. La última, en el debate del estado de la ciudad, cuando la formación asamblearia denunció la falta de avances en materias como transporte público gratuito para parados o nuevas ordenanzas fiscales progresivas. H