José Martí, presidente de la Diputación, trasladó ayer a Ximo Puig, su homólogo en la Generalitat, las necesidades de los municipios de la provincia de Castellón. Lo hizo durante una reunión celebrada en València, en la que Martí reclamó más inversión en los pueblos de interior y beneficios fiscales para paliar la desplobación.

La cita se enmarca en la serie de reuniones que Puig está manteniendo en los últimos días con los presidentes de las tres provincias de la Comunitat. Martí insistió en lo «simbólico» de su presencia, también como alcalde de Sueras, una pequeña localidad del interior de la provincia de Castellón. «Tanto el presidente Puig como yo», dijo Martí, «coincidimos en que hay que poner en marcha medidas para combatir la despoblación». Algunas están en manos de las instituciones que presiden. Con las que no, «al menos podemos ir codo con codo para hacer un frente común».

medidas // En ese sentido, Martí propuso aplicar una «discriminación fiscal positiva para aquellos que apuestan por trabajar o invertir en los pueblos» y «arraigar a los funcionarios que son trasladados al interior». El presidente de la Diputación exigió continuar mejorando los servicios en estas zonas. Con medidas concretas como «disponer de cajeros automáticos», y otras generales como «un cambio de mirada respecto a la ruralidad: sinónimo de salud, bienestar y calidad de vida». Además, en el caso particular de Castellón, Martí instó a trabajar conjuntamente en reforzar la gestión forestal, «ampliando el tiempo de trabajo de seis a al menos nueve meses» para prevenir incendios forestales. También pidió acabar con la Ley de Racionalización: «No puede ser que ayuntamientos y diputaciones tengamos más de mil millones y no poder gastarlos».

cooperación // Otro de los aspectos relevantes tratados en la reunión fue el de la futura Ley del Fondo de Cooperación Municipal, una figura recogida en el Estatuto de Autonomía, que cuenta con el respaldo de Martí y la Diputación. «Está dentro de nuestra línea de actuación», afirmó Martí, que recalcó la importancia de «escuchar a los pueblos» y mostró su confianza «en la mayoría de edad de los municipios, que saben perfectamente cuáles son sus necesidades y sus prioridades». Esta nueva Ley, según indicó Ximo Puig, servirá con sus criterios de imparcialidad y objetividad para «garantizar la estabilidad de los ayuntamientos y evitar el clientelismo».

El presidente de la Generalitat anunció asimismo la creación de «tres comisiones mixtas», una por provincia, que tratarán cuestiones propias de cada territorio. En el caso de Castellón, Ximo Puig puso como ejemplo «la cuestión sanitaria», y aplaudió «la voluntad de trabajar juntos» entre las diferentes instituciones públicas «para solventar los problemas reales de los ciudadanos».

La creación de comisiones mixtas que faciliten el trabajo con las Consellerias también cuenta con el apoyo de la Diputación. Así lo aseguró Martí, que expresó «la importancia de la cooperación y colaboración entre administraciones, y una manera interesante de hacerlo es incidir en la buena relación que debe haber entre Generalitat y diputaciones». Puig valoró en esa línea «la buena disposición y receptividad» de los gobiernos provinciales.