El grupo empresarial al que pertenece la firma almazorense Martinavarro, Citri&Co, es una de las compañías que se beneficia de la puesta en marcha del tren frigorífico que unirá por primera vez de forma directa Valencia con Holanda. Este ferrocarril, llamado Cool Rail y promovido por la cadena de supermercados más grande de ese país, Albert Heijn, se considera desde el sector citrícola como un primer test de las posibilidades que abriría el corredor mediterráneo para la exportación de naranjas.

Según ha podido saber Mediterráneo, Citri&Co y Albert Heijn mantienen desde hace años una estrecha relación comercial, lo que permite que la compañía en la que está integrada Martinavarro sea una de las que desde el pasado lunes participa en los envíos de nueve contenedores semanales que por ahora trasladan al puerto de Rotterdam en tres convoyes semanales que parten desde el nudo logístico de Silla.

El inicio de las operaciones de este tren, que básicamente llevará a Holanda frutas y hortalizas, permitirá a varias empresas citrícolas reducir las emisiones de CO2 en sus exportaciones, aunque desde el Comité de Gestión de Cítricos (entidad que agrupa a los principales comercios españoles) puntualizan que por ahora, y debido al escaso volumen de mercancía movida, el ahorro en el coste de transporte y el tiempo de entrega no serán sustanciales.

ENSAYO DE CORREDOR // No obstante, este proyecto se ve con buenos ojos desde la patronal citrícola porque lo consideran una especie de laboratorio de pruebas de las posibilidades que aportaría la definitiva construcción del Corredor, así como una prueba más de la necesidad de dar un impulso a esta infraestructura. No obstante, las mismas fuentes dejan claro que para sustituir el camión en un futuro «hay que avanzar mucho todavía en las soluciones intermodales», ya que la ventaja del transporte por carretera es que las empresas entregan la mercancía «a la puerta del cliente».

Con todo, la opción de que el número de convoyes semanales se amplíe gracias a la implicación del Ministerio holandés de Infraestructuras, que se plantea subsidiar los envíos, hace que todo lo que rodea al Cool Rail se siga con atención desde el sector. Y ello pese a que las cifras aportadas por sus promotores, que aseguraron que un 25% de los cítricos valencianos que se envían a Holanda podrían ir en estos trenes, se consideran «demasiado optimistas» desde el citado comité.