La Conselleria de Educación anunció ayer a los sindicatos que no prevé convocar oposiciones docentes en el 2017, y que en los dos años siguientes alternará las especialidades que conformen la oferta pública de empleo (OPE) docente. Es decir, que las áreas que saque a oposición en el 2018 no saldrán en el 2019, y al revés. Lo dijo ayer el secretario autonómico de Educación, Miquel Soler, en la primera mesa sectorial de este curso sobre la OPE, después de que el departamento dirigido por el conseller Vicent Marzà convocara este curso 1.055 plazas, la cifra más alta desde el 2010, y que iguala las ofertadas en los últimos cinco años.

El bipartito propuso, además, sacar las vacantes necesarias para revertir recortes en los términos que se establezcan en la normativa de recuperación de plantillas que se pueda avanzar en este curso 2016-17, algo que dificultará la limitación a la tasa de reposición que impone el Gobierno.

CRÍTICAS // Las críticas de los sindicatos no se hicieron esperar. La propuesta de Soler no sentó bien en CCOO, que considera que «no convocar ninguna oposición en el 2017 y hacerlo parcialmente en los dos años consecutivos aumentará la precariedad de las personas que trabajan en el sistema educativo valenciano, dado que incrementará la tasa de interinidad posiblemente con mayor crecimiento del que hemos sufrido los últimos años», según la secretaria general de la Federació d’Ensenyament, Xelo Valls. Y destaca que esta medida «dificultará el acceso a una ocupación de calidad y estable tanto al profesorado decano como al joven».

El sindicato mayoritario, Stepv, más alineado con las políticas del tándem Compromís-PSPV en el Consell, se ha mostrado «favorable» a no convocar oposiciones el año que viene, aunque con peros, siempre que sirva para «consolidar el profesorado interino». Y reclaman que el proceso sea por «un concurso de méritos», propuesta que justifican en «el acuerdo de legislatura en el marco de la Mesa General de la Función Pública» que ellos firmaron. H