El conseller de Educación, Vicent Marzà, se ha mostrado satisfecho por la aprobación de la ley de plurilingüismo, ya que a su juicio que los niños tengan "la oportunidad de aprender más lenguas siempre es una buena noticia".

El pleno de Les Corts ha aprobado hoy la ley que regula y promueve el Plurilingüismo en el sistema educativo valenciano, que se aplicará de forma progresiva desde el próximo curso y fija un mínimo del 25 % de horas lectivas en castellano y valenciano, y de entre el 15 % y el 25 % para el inglés.

En los pasillos de Les Corts, Marzà ha considerado que esta ley servirá para "superar viejos paradigmas centrados en la confrontación", donde a su juicio "siguen algunos grupos".

"Nos hubiese gustado, lo hemos intentado", ha apuntado Marzà al ser preguntado por la "pacificación lingüística", si bien ha lamentado que los grupos de la oposición, PP y Ciudadanos, "no han aportado propuestas de consistencia pedagógica" porque "no tienen un interés real en que los niños tengan más oportunidades para aprender lenguas".

En opinión del conseller, "promover no es imponer, al contrario, es más bien sinónimo de acompañar, de hacer pedagogía. Es lo que dicen los expertos, es el mejor modelo".

Sobre la propuesta formulada por el PP para que se realice una consulta ciudadana sobre esta ley, Marzà ha afirmado que eso "lo prohíbe la ley estatal de Educación del PP".

"Esa ley dice que es la dirección del centro la que determina el proyecto lingüístico, es decir, que limita la participación de las familias. Nosotros lo que hacemos es abrir la propuesta, que la dirección del centro proponga y que el consejo escolar haga la consulta a la comunidad educativa", ha añadido.

Sin embargo, ha lamentado que hay "dos partidos a los que no les importa que los niños y las niñas dejen de tener oportunidades para aprender lenguas, y hay tres partidos y un grupo de diputados que han apostado por que los niños avancen, tengan mas oportunidades y de verdad" se avance "hacia el futuro con una mirada mucho más digna" que la que había hasta ahora.

Preguntado por diversas iniciativas políticas orientadas a derogar el requisito lingüístico para el acceso a la función pública en el ámbito nacional, Marzà ha reivindicado el "derecho del ciudadano a expresarse en su lengua" y, en consecuencia, "los funcionarios han de ser competentes para ello".

"Se está volviendo a buscar esa confrontación que no existe en la sociedad, en lugar de avanzar en la pluralidad de lenguas y culturas", ha concluido.