La Conselleria de Educación “acatará la LOMCE y las reválidas” pese a “no estar de acuerdo con ellas”, y peleará junto a las otras 11 comunidades autónomas contrarias a su aplicación, en “plantear una solución alternativa conjunta al ministro en funciones, Íñigo Méndez de Vigo”. Lo dijo ayer en Castellón el conseller, Vicent Marzà, quien señaló que tiene todo el curso para “negociarlo y adaptar la ley”. “Sabemos dónde tenemos el límite, pero la LOMCE es una ley estatal que hay que acatar, aunque no estemos de acuerdo, pero veremos cómo lo hacemos”, a la vez que urgió al ministro a convocar una nueva Conferencia Sectorial para debatirla.

Méndez de Vigo ya había avanzado que los alumnos de 4º de ESO y 2º de Bachiller harán ya a final de este curso las evaluaciones finales de etapa previstas por la LOMCE, aunque sin efectos académicos, excepto para acceder a la universidad, para lo que las pruebas serán “semejantes a la selectividad pero con contenidos marcados por el Ministerio”. Marzà confió en que la situación revertirá y dejó claro que “las reválidas no son la solución para mejorar la calidad educativa”.

Ayer mismo, el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, se reunió con la Plataforma per l’Educació Pública, que se concentró contra la LOMCE y las reválidas en Valencia. H