Los 142 colegios de Castellón que mantendrán el horario partido en las aulas el curso que viene podrán volver a votar si quieren tener jornada continua. El conseller de Educación, Vicent Marzà, anunció ayer que «se está estudiando ya un cambio en la normativa», por el que, dentro de dos cursos, cara al 2019/20, «la votación se podrá solicitar cada tres años», lo que va a permitir, dijo, que «se evalúe mejor el cambio al nuevo horario y de qué manera afecta al centro, a su currículo y a su funcionamiento».

Atiende, así, una de las reivindicaciones de las familias. Tal y como publicó ayer Mediterráneo, la presidenta de la FAPA Castelló Penyagolosa, Silvia Centelles, reivindicaba igualdad en las votaciones. «Si para mantener el sí hacen falta tres años, lo mismo para el no», decía, solicitando que no se votara año tras año. De momento, esta medida no afectará al curso que viene.

Los que se quieran sumar a los 44 centros de 19 municipios de Castellón que volverán al cole en septiembre con el horario único el curso siguiente podrán presentar su proyecto, revisándolo, ampliándolo o presentándolo desde cero, para que lo voten las familias, en un proceso similar al de este curso. «Se está estudiando ya la modificación de la orden, pero seguirá vigente para el curso que viene», señalaron fuentes de la Conselleria de Educación.

MAYORÍA CUALIFICADA

El conseller, no obstante, señaló que lo que no se va a modificar es la necesidad de una mayoría cualificada para el cambio de horario, tal y como publicó este periódico. Para que gane el sí a la jornada continua harán falta, cada año o cada tres, como mínimo el 55% de los votos de las familias censadas, un requisito que ha calificado de «irrenunciable» para mantener el nivel democrático. «Es una condición que ha funcionado este curso porque para hacer un cambio importante tiene que haber una movilización social considerable», señaló Marzà.

Este ha sido este año uno de los puntos calientes en los centros. En algunos se solicitaba a la Conselleria que se baremara el resultado acorde a los padres y madres que hubieran votado, no al total de los censados en el centro, un punto que, según Marzà, no va a variar. Sí se está estudiando, no obstante, clarificar la orden con respecto al voto diferido, tal y como requirieron otros centros, en los que ha sido determinante. Algunos de ellos están esperando la respuesta de Educación a las alegaciones presentadas.