Más de 2.200 conductores han sido denunciados en la provincia de Castellón en los últimos tres años por el uso del teléfono móvil al volante, según los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico de Castellón. 491 solo en los primeros seis meses del 2018, 984 durante el 2017 y 744 en el año 2016, en una clara tendencia al alza a la que la Dirección General de Tráfico (DGT) quiere poner freno a costa de los puntos del carnet de conducir, barajando la posibilidad de duplicar de 3 a 6 la pérdida de puntos por esta infracción, por programar el GPS, o usar cascos u otros dispositivos que disminuyan la atención al volante. Es una de las principales medidas anunciadas por quien fue el padre del carnet por puntos, hace 12 años, Pere Navarro, tras retomar el control de Tráfico.

Más dureza para castigar el uso del móvil al volante que, pese a estar prohibido, sigue siendo frecuente y una de las distracciones más habituales, tanto en las carreteras como en los trayectos urbanos. Distracciones al volante que son la primera causa de los accidentes mortales, según la DGT. Fuentes oficiales de la Jefatura Provincial, en la misma línea, recalcan que «la distracción es un factor recurrente en accidentes de tráfico y la medida anunciada se alinearía con la protección de la seguridad vial».

Según un estudio de Axa-Ponle freno difundido recientemente, un 53% de los conductores reconoce usar el teléfono y, de ellos, un 16% para leer mensajes. Los datos de Tráfico y de otros estudios de seguridad vial no dejan margen a la duda. El pasado año la conducción distraída --el uso del móvil es la principal-- estuvo detrás del 25% de los accidentes y del 31% de los fallecidos.

RIESGOS

En cuanto al riesgo de sufrir un accidente, según las mismas fuentes, este se triplica al hablar por teléfono y se multiplica por 23 si el conductor se dedica a chatear. Por ejemplo, mirar el móvil solo cuatro segundos mientras se conduce a 100 km/h supone recorrer a ciegas un campo de fútbol; y si se escribe un mensaje, la distancia se quintuplica. Pese a que la inmensa mayoría conoce el peligro, los jóvenes de entre 18 y 30 años asumen con normalidad que su despiste al volante es por usar el móvil, según una reciente encuesta a 1.000 conductores en la que tres de cada cuatro confesaban el empleo del teléfono al volante y más de la mitad reconocían que o bien él u otra persona cercana había tenido ya un susto.

Y es que perder de vista la carretera unos segundos tiene efectos inmediatos: el conductor aumenta su tiempo de reacción, puede hacer cambios inesperados de carril, tiene dificultad para frenar a tiempo, y reduce notablemente su capacidad tanto auditiva como visual y psíquica.

Ni siquiera el manos libres parece reducir las distracciones, ya que en la DGT se considera que distrae más la conversación que el llevar el teléfono en la mano.

CAMPAÑAS

La realidad es que los teléfonos móviles se han convertido en los compañeros de viaje de muchos conductores que, durante la conducción, no dudan en leer y enviar mensajes poniendo en riesgo la seguridad vial. Para frenarlo, al margen de la medida que está ahora sobre la mesa que afecta a los puntos del carnet, periódicamente se lanzan campañas de concienciación específicas para disminuir el uso de los dispositivos móviles durante la conducción, que se encargan de materializar, en las vías interurbanas, los policías locales.

La valoración, tras las realizadas a los conductores de Castellón, es que entre las consecuencias inmediatas de conducir mientras se utiliza un teléfono móvil, se encuentran la pérdida de capacidad de mantener una velocidad constante, se producen alcances por no respetar la distancia de seguridad adecuada con el vehículo que nos precede, y aumenta el tiempo de reacción ante cualquier imprevisto (de entre medio segundo a dos segundos según el conductor).

En cuanto a los tipos de accidentes frecuentes por motivo de las distracciones al volante, está la salida de la vía, el alcance con el vehículo precedente, o el atropello (sobre todo en ciudad).