Ocho personas han muerto ya en este arranque de año en las carreteras de la provincia, lo que supone duplicar el número de fallecidos registrados en el mismo periodo del 2015. En esta lista negra también se da un repunte de los siniestros en los que, en un elevado porcentaje, se vieron involucrados camiones o furgonetas, en tanto la carretera nacional 340 vuelve a refrendarse con creces como la vía de mayor siniestralidad, con tres muertos en apenas un mes.

Por todo ello, Tráfico, en su última revisión y primera del año, ha decidido elevar a ocho los tramos considerados “especialmente peligrosos” en esta arteria que recorre la provincia de norte a sur, lo que representa algo más de 87 kilómetros, según fuentes de la Dirección General de Tráfico.

En estas estadísticas, se han localizado en la provincia hasta 30 tramos muy peligrosos, que llegan a rebasar los 350 kilómetros y entre los que destaca la carretera nacional 232, que une Vinaròs y el límite con tierras aragonesas, con nueve puntos negros.

Este incremento de la siniestralidad coincide con el inicio de una nueva campaña de la Dirección General de Tráfico para la vigilancia de camiones y furgonetas, en la que se hará especial hincapié en los controles de velocidad, las horas de conducción y descanso, el tacógrafo, el exceso de peso, los posibles defectos técnicos del vehículo o la seguridad de la mercancía transportada.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, presentó ayer esta campaña, con la que se espera reducir la siniestralidad en las carreteras a través de “controles preventivos, como uno de los factores que más contribuye a un cambio de comportamiento entre los conductores”, subrayó. H