El empuje de la economía en la provincia de Castellón tiene efectos colaterales. Las autoescuelas están notando un repunte en el número de personas interesadas en sacarse el carnet de conducir de autobús pero, sobre todo, el de camión. «Las empresas de transporte están requiriendo más conductores y eso se está notando», explica el presidente de la Asociación de Autoescuelas de Castellón, Antonio Pertegaz.

En la provincia, tanto el sector cerámico como el agrícola, especialmente, necesitan del traslado de mercancías para poder distribuir y comercializar sus productos. De ahí que una mayor actividad se refleje en el hecho de que se necesiten más camioneros.

Para sacarse esta licencia de conducción son necesarios dos pasos. En primer lugar hay que aprobar el carnet C, muy similar al de turismos aunque se requiere, además de la prueba teórica y la práctica, pasar un examen en circuito cerrado. Este trámite depende de la Dirección General de Tráfico (DGT) y su precio puede rondar los 1.000 euros.

CERTIFICADO // De todos modos, la normativa establece que, además, se debe disponer del Certificado de Aptitud Profesional (CAP) de mercancías, que emite la Conselleria de Transportes. Las autoescuelas son las encargadas de impartir estos cursos, cuya duración va de 140 a 280 horas. El coste es muy similar al del permiso, por tanto, el precio final de esta licencia estaría sobre los 2.000 euros.

Mientras que el carnet B se puede obtener a partir de los 18 años, en el caso de los vehículos pesados el alumno tiene que tener cumplidos los 21.

Según Pertegaz, el tiempo medio para disponer de este permiso está sobre los dos meses, siempre y cuando no haya retrasos. En este sentido, como informó ayer Mediterráneo, la demora actual está en unos 30 días, desde que se solicita fecha para examinarse hasta que se realiza la práctica. Por este motivo, Pertegaz se reunió ayer, en Madrid, con representantes de autoescuelas de otras provincias de España que también sufren retrasos para hacer un frente común y presionar a la DGT cara a lograr una solución a esta problemática.

En principio, el portavoz de este colectivo en Castellón insiste en que la plantilla de examinadores, conformada por siete profesionales fijos y uno itinerante, es insuficiente y se requieren dos plazas nuevas para atender la demanda y que la espera sea solo de dos días desde que se presenta un expediente de un alumno hasta que se examina de la práctica.