Apuesta por la colaboración público-privada para impulsar una Formación Profesional (FP) más flexible y conectada a las necesidades del tejido productivo; y considerar el desembolso en educación no como un gasto, sino como una inversión, más necesaria aún en estos tiempos de crisis. Estas son algunas conclusiones expuestas en el webinar patrocinado por BP sobre FP dual, en el que participaron el conseller de Educación, Vicent Marzà; el director de Operaciones de la refinería de BP en Castelló, Javier Prats; y el director de Recursos Humanos y Responsabilidad Social Corporativa de UBE en Castellón, Santiago Bretón. Una sesión moderada por el director de Mediterráneo, José Luis Valencia.

El ciclo de FP dual de Química Industrial desarrollado en el IES Vicent Castell de Castelló, con la colaboración de UBE y BP, es un ejemplo sobre cómo empresas y Administración pueden impulsar la FP dual, logrando una relación más fructífera que beneficia a alumnos en su formación y a empresas para tener un personal más cualificado. Un convenio similar se ha desarrollado con la empresa Facsa, con un ciclo de aguas residuales, pero hay muchos más.

Más oferta

Marzà señaló que el Botànic ha aumentado la oferta de FP dual en un 25% en la provincia de Castellón y la cifra de empresas ha pasado de 60 a 213, pero se quiere ir a más.

El conseller explicó que se trabaja en cambiar el modelo de estos estudios para hacerlo más flexible y ágil para adaptarse al tejido empresarial de nuestro territorio, así como en una nueva normativa para propiciar convenios menos burocratizados. El representante de UBE consideró importante flexibilizar los procesos para que más empresas se puedan unir a esta iniciativa. «No todas tienen la maquinaria de las grandes, como UBE y BP, para poderlo hacer», señaló Bretón.

Los ponentes coincidieron con Marzà en la necesidad de dar visibilidad a la FP y a las experiencias de éxito. Así, Bretón apeló a potenciar la FP como «una salida con una empleabilidad muy alta y un grado de desarrollo para los alumnos muy importante». Marzà declaró: «No es que sobren universitarios, es que falta gente de FP. Los estudios demuestran que en un futuro van a ser necesarios cada vez más titulados de FP».

En ese sentido, Bretón (UBE) consideró clave la «orientación» al alumnado y destacó que «se tiene que promocionar y potenciar estos estudios como una salida con una empleabilidad muy alta y un grado de desarrollo muy importante para los alumnos».

Una inversión en formación

También apuntaron que ante la actual crisis del covid-19 es si cabe más necesaria esa apuesta por la FP, como resaltó Javier Prats (BP), quien señaló que «está claro que los tiempos son duros para todos», pero ahora es cuanto más importante son apuestas como esta. En ese sentido, apeló a verla como una inversión y no como un coste. Señaló que en el caso de la FP dual el retorno obtenido es muy alto: «La inversión inicial puede ser un poco mayor, pero el saldo sale positivo sin duda»,

Marzà destacó que «lo que necesitamos es que las empresas tengan a la máxima gente formada posible para poder adaptarse a los cambios que necesitamos. Eso pasa por que las formaciones se adapten cada vez más a las necesidades del tejido productivo».

Pero, ¿habría que caminar hacia la dualización total? «Nosotros apostaríamos por un modelo de FP dual en el cual las empresas tienen la posibilidad de adaptar los programas a la aplicación directa en el puesto de trabajo porque el esfuerzo que se realiza tanto en horas como en formación se ve recompensado en hacer un proceso de selección avanzado y un acortamiento del proceso de adaptación de los nuevos trabajadores a la empresa; pero entiendo que el modelo tradicional no se puede abandonar», señaló el responsable de BP. En la misma línea se posicionó Prat. «Pueden cohabitar ambos». Marzà apeló a combinarlos en función del tipo de formación profesional.

Todos coinciden en que si bien la FP dual supone un mayor esfuerzo tanto para el alumno como para el formador, es beneficioso para todos y el aprendizaje es bidireccional.

Sobre el covid, el conseller añadió que se está trabajando en un protocolo en relación a las prácticas profesionales. Reveló que pretende recuperar el próximo curso parte de la formación en centros de trabajo que no pudo realizarse en el último trimestre del curso, ya que en este 2019/20 se ha flexibilizado, dando opción a sustituirla por un proyecto o por retomar la formación en centros de trabajo al curso siguiente.

En el caso de la FP de Química Industrial, señalan que la parte teórica la han desarrollado on line y que cuando los alumnos han tenido opción de regresar in situ «la curva de aprendizaje ha sido muy elevada», expuso el responsable de BP.