Los resultados hablan por sí solos y confirman el malestar de los estudiantes de segundo de Bachillerato. Más de la mitad de los alumnos que se examinaron de Matemáticas II en las pruebas de acceso a la universidad (PAU) en la UJI suspendieron. Una situación casi idéntica se dio en el resto de universidades de la Comunitat Valenciana. En concreto, en la Jaume I se presentaron 1.125 alumnos y aprobaron solo 512, lo que supone un 45,5% del total. La nota media fue de un 4,622, por tanto, se desvía a la baja en casi 2,4 puntos respecto al promedio registrado en los últimos años.

Y es que solo hay que comparar estos datos con los de la convocatoria del año pasado en la universidad pública de Castelló, cuando el 86,96% de los alumnos presentados sacó un apto en la prueba, con una media de un 7,368.

Esta situación ha generado un gran revuelo porque desde que entró en vigor el actual sistema de PAU, en el curso 2009-2010, nunca había habido más suspensos que aprobados en Matemáticas II, una asignatura que resulta crucial para fijar la nota media de los estudiantes de Bachillerato de la rama científica. Esta puntuación es clave para poder acceder a las carreras más demandas, como es el caso del grado de Medicina en la Jaume I.

Por tanto, habrá que esperar al proceso de inscripción, que abrirán después de que este viernes se conozca el listado de admitidos en la universidad, para saber si este hecho ha provocado que estudiantes de otras regiones hayan tenido ventaja al acceder a este tipo de carreras que cuentan con larga lista de espera.

«Desequilibrios» // En este sentido, la portavoz del Consell de l’Estudiantat de la UJI, Laura Alcaide, advierte de que pueden darse «desequilibrios» entre alumnos de diferentes comunidades autónomas a la hora de acceder a las grados. Alcaide insiste en la necesidad de que las PAU tengan el mismo nivel en todas las regiones para equiparar la dificultad cara a evitar que vuelva a darse esta situación. «Hay que buscar soluciones para que no vuelva a pasar», subraya Alcaide.

La polémica suscitada llevó ayer al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a pronunciarse al respecto, mientras que diputados del PP, Ciudadanos y Vox se mostraron partidarios de buscar una solución a las diferencias en las pruebas de selectividad según cada comunidad autónoma. Según Puig, ante el problema habido en esta prueba «hay que buscar una respuesta» desde el diálogo en el ámbito académico. Al respecto, manifestó que le «preocupa» la situación, ya que puede haber «un grado de falta de equidad» y que jóvenes valencianos se hayan visto «perjudicados» porque en otras partes haya podido haber exámenes «más fáciles».