Nueva pintada en la Cruz de los Caídos del parque Ribalta. Una más, firmada esta vez por las Brigadas Antifascitas (BAF), con la frase 23N Tombem el feixisme, con la que el colectivo anuncia una manifestación, prevista para el día 23 de noviembre, a partir de las 20.00 horas de la plaza de la Independencia (la Farola), con el lema Memòria, Dignitat i Lluita. Tombem el feixisme!, de la que informaron también en sus perfiles de redes y con carteles pegados por la ciudad. La pintada de la cruz fue borrada poco después por un operario de la brigada municipal.

Desde la plataforma en defensa de la cruz calificaron la acción como «un nuevo ataque a la cruz de la BAF que han burlado un presunto control policial que había puesto el Ayuntamiento a instancias del Defensor del Pueblo».

El acto vandálico contra el monumento se produce en pleno debate sobre su retirada en el seno del equipo de gobierno. Como ya ha ido informando este periódico, mientras Compromís insiste en quitarla cuanto antes en base al informe del Comité Técnico de Expertos que la considera un símbolo de exaltación de la dictadura y la represión franquista, el PSPV busca más garantías jurídicas para no exponerse a una querella y argumenta, en base a un informe posterior a la resolución del comité de expertos, firmado por el director general de Reformas Democráticas, José García Añón, que hay que «constatar fehacientemente que perviven manifestaciones y concentraciones de exaltación del régimen franquista».

En todo caso, sí que se remarca que la «decisión se trata de una opción política y discrecional enmarcada en la autonomía local».

Esta disparidad de criterios entre el bipartito mantiene en el aire la retirada del monumento, que también reclaman sus socios del Pacte del Grau, CSeM.

Proyectos

La Cruz de los Caídos de Castellón está ubicada en el parque Ribalta, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que es la Conselleria de Cultura la que tiene que autorizar su retirada -que siempre estaría pendiente de la decisión final del Ayuntamiento-. Para ello, ha reclamado dos proyectos al equipo de gobierno; uno arbóreo, sobre cómo quedaría la zona del parque tras quitar el monumento, del que se ha encargado la Concejalía de Sostenibilidad Ambiental, y que se basa en planos de los años 30. El otro proyecto es de Urbanismo, sobre cómo se procederá a retirar la cruz. Se solicitó a una empresa externa y ya está acabado según explican fuentes municipales.

El siguiente paso sería el expediente de inicio de obras, que tiene que pasar por la junta de gobierno. Y ahí está encallado, por el desacuerdo que existe entre los dos socios de gobierno, que dejan en el aire la retirada del monumento.