La matrícula a plazos se impone en la Universitat Jaume I este curso y la cifra de los que optan por fraccionar el pago ya triplica a los que prefieren hacerlo a tocateja. Este curso son «dos de cada tres los estudiantes que solicitan pagar en dos o siete mensualidades», según la vicerrectora de Estudios y Docencia, Isabel García-Izquierdo, que confirma que es «una tendencia al alza».

Con las cifras en la mano, son 9.051 de los 13.199 universitarios de grado y posgrado de Riu Sec los que han solicitado distribuir las cuotas de su inscripción, sobre todo en siete abonos (5.531), pero también en dos (3.525). Suponen el 68%, casi el doble del 38,5% el curso 2009/10, el primero en el que la Jaume I permitió esta fórmula. Entonces 9.235 estudiantes afrontaron un pago único, lo más habitual, y 5.799 lo hicieron a plazos, 5.265 en dos y 534 en cuatro, en una medida que se implantó como reacción directa de la universidad para paliar al gravamen de las tasas marcado por el decreto Wert, que incrementó los precios una media de 370 euros, y disparó el índice de morosidad, que llegó a triplicarse en un solo año tanto en los grados como posgrados.

DE 838 A 1.374 EUROS AL AÑO //

No obstante, pese a que en los últimos dos cursos, la Conselleria ha rebajado hasta un 15% las tasas, el pago a plazos no cae; más bien se instala, «para mayor comodidad de las familias», según fuentes del Consell de l’Estudiantat, a la hora de afrontar unos precios que se sitúan en una horquilla desde los 838 € de carreras como Derecho, Historia o Relaciones Laborales, por ejemplo, con una experimentalidad mínima; y los 1.374 que cuestan Medicina y Enfermería, las de más alto nivel. La media es de 1.100 euros.

En el otro lado de la moneda, remite el pago a tocateja, por el que se decantan 3.952 estudiantes. Y todo, a la espera de la resolución de las becas, tanto del Ministerio como del Consell.