La reconstrucción del PPCV estaría ya en marcha a la espera solo de que pasen las elecciones generales del 10 de noviembre (10-N), de las que no se esperan novedades suficientes como para mantener sin cambios la actual dirección de Isabel Bonig, a quien el presidente nacional, Pablo Casado, contemplaría incluso sustituir tras los comicios, sin esperar al cónclave regional previsto para dentro de un año y medio.

Dos nombres destacan entre quienes se consideran candidatos plausibles para tomar las riendas de un partido que apenas ha avanzado desde la debacle del 2015 en las urnas y la elección de Bonig, y que mantiene sus heridas abiertas en una plaza tan importante como la provincia de València y su capital cuatro años después.

Son el responsable de conservar para el PP la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, y de la portavoz adjunta en Les Corts y portavoz en el ayuntamiento del Cap i casal, Mª José Català. Ambos perfiles moderados frente al discurso más radical y agresivo de la actual presidenta, y que encajan por tanto con la deriva que prefiere Génova en estos momentos, así como con la de sectores amplios del partido en las tres provincias de la Comunitat.

talante conciliador y poder // En el caso de Mazón, en diversos círculos del partido se da por hecho que Pablo Casado ya tiene decidido que será el sucesor de la valdeuxense, del que se esperaría que traslade así en toda su extensión la estrategia que ya ha puesto en marcha de un vuelco en las relaciones con el Consell de Ximo Puig, a partir de un talante negociador, que le permitiría plantear una alternativa real al Botànic.

Además, los populares se están rearmando en su territorio, único que mantiene en sus manos la presidencia de la Diputación y la Alcaldía de la capital, que ostenta Luis Barcala. Son méritos que Génova reconoce y respalda.

Fue allí, en Alicante, donde el presidente nacional situó su aparición para la apertura del curso político, en lo que se leyó como un espaldarazo a Mazón y un aviso a navegantes para los demás, con Bonig en el punto de mira.

Por su parte, Mª José Català, que ha tenido sus más y sus menos con Isabel Bonig, destaca también por su discurso moderado, claramente alejado de lo combativo y radical de muchas de las intervenciones de la lideresa de la Vall d’Uixó. Cuenta, además, con el favor de Casado, que la impuso como candidata en contra de la intención de la dirección regional en los últimos comicios.

En todo caso, tanto Català, como el antecesor del propio Mazón en la corporación provincial, César Sánchez, que en un primer momento entraba en las apuestas de Génova para revitalizar el partido en la Comunitat, habrían pasado ya a un segundo plano en favor de Carlos Mazón, que ha tenido tiempo ya desde que tomó posesión de la presidencia de la Diputación de mostrar cuáles son sus potencialidades.