Euforia en la administración de lotería número 4, en la plaza Santa Clara. Su propietario, Javier Pueyo, descubría, emocionado, que había repartido dos series (20 décimos) de un cuarto premio, el recaído sobre el número 13.378. En total, 400.000 euros.

«Repartir dinero es lo más bonito del mundo y, además, todo se ha vendido en ventanilla y a gente abonada de toda la vida», incidía el responsable, destacando que el número había pasado «de padres a hijos, de hijos a nietos e, incluso, a biznietos».

Entre los agraciados estaba Elena Hacobb, de 29 años y trabajadora del establecimiento anexo de comidas preparadas, Casa García. Muy nerviosa y con lágrimas en los ojos, decía: «No me lo esperaba y me he quedado muy sorprendida. Con el premio me compraré un coche y taparé agujeros. Será una Navidad estupenda», reveló a Mediterráneo, sonriente.