La Sociedad Valenciana de Medicina de Familia y Comunitaria achaca a la «mala previsión y organización» de la Conselleria de Sanidad el desabastecimiento de vacunas contra la gripe que se registra en centros de salud de la provincia, donde se ven obligados a retrasar las citaciones, algunas sin fecha, ante la falta de dosis, como informó ayer Mediterráneo. El problema afecta a ambulatorios de los tres departamentos de salud de la provincia, como los de Burriana, Traiguera, Borriol, Illes Columbretes en Castelló o el de Nules. Este último, que dio las citaciones a 35 días vista, empezó ayer a llamar a los pacientes para informarles de que ya disponían de vacunas.

Desde la Conselleria de Sanidad indicaron ayer que está previsto que nuevas dosis «lleguen a principios de la próxima semana» a los ambulatorios afectados.

El portavoz de la Sociedad Valenciana de Medicina de Familia y Comunitaria en materia de vacunación, el doctor Germán Schwarz, explicó que no se está actuando correctamente si hay centros de salud que no disponen de vacunas, dado que se compraron suficientes para atender a toda la población de riesgo. «La campaña no se ha organizado bien, no se pueden dar citaciones para días, es importante no poner barreras y realizar una vacunación masiva», indicó Schwarz. En este sentido, remarcó que deberían reorganizarse las tareas y el personal para que durante las primeras semanas se realizaran todas las vacunaciones previstas y no demorarlas en el tiempo.

Además, apuntó que otra causa del desabastecimiento es el hecho de que haya centros de salud con neveras de poca capacidad, por lo que no pueden tener suficientes unidades para hacer frente a la demanda y están sujetos a los repartos que realiza Salud Pública. «Esto se resuelve comprando neveras con antelación, lo que no requiere demasiados recursos», afirmó el doctor, quien confía en que los responsables de Sanidad reflexionen sobre lo que está ocurriendo cara a mejorar la gestión el próximo año.

Una persona está inmunizada 15 días después de ponerse la vacuna. El pico de la epidemia se espera a finales de enero.