Tras la frustrada reunión el martes entre las dos partes, los médicos de atención primaria van a empezar a tomar sus tomar sus propias medidas para descargarse de trabajo ante la «inasumible» demanda que tienen en los centros de salud: no van a hacer más horas extras, van a dedicar a cada paciente el tiempo que necesite, solo van a visitar de forma presencial y no por teléfono y van a derivar todos los asuntos burocráticos que no sean de su competencia.

Además, anuncian que llevarán a Sanidad ante el Síndic de Greuges para presentar una queja por las condiciones de trabajo y la falta de medidas por parte de Conselleria para acabar con el colapso sanitario en los ambulatorios. El objetivo es que estas protestas lleguen en forma de denuncia a la inspección de trabajo y a los juzgados de lo Social si así se considera después de una evaluación de los puestos.

Desde hace semanas, los médicos llevan denunciando que en los centros de salud no se puede trabajar correctamente con la carga de trabajo que tienen tras haber sumado a la atención de sus pacientes el rastreo del virus. Los pacientes, irritados por no poder contactar ni por teléfono, también se están poniendo en su contra.

Más caos todavía

De aplicarse estas medidas, la situación en la atención primaria podría pasar rápidamente de la saturación actual a ser un completo caos, puesto que diariamente decenas de personas se quedarían sin ser atendidas si los especialistas de familia cumplen escrupulosamente su horario y aumentará el riesgo de contagio en los centros si las visitas vuelven a ser al 100% presenciales.

El plante de los médicos pone así en un brete a la Conselleria de Sanidad, que ha intentado apaciguar los ánimos del colectivo aceptando poner en marcha el pago de horas extra por la tarde para quien quiera doblar jornada y de una paga extra para todos los que trabajaron durante la pandemia que se abonará en diciembre.

Desde el Foro insisten en que sus reclamaciones no son económicas, sino de «dignidad» en las condiciones de trabajo, por lo que han decidido dar el paso de «autorregular sus agendas», ya que consideran que la administración autonómica llega tarde y mal a arreglar la continua saturación sin entrar, por ejemplo, en cuestiones claves como ampliar centralitas o reforzar personal en los mostradores para que los pacientes puedan tener un acceso más fácil al primer nivel de la Sanidad.

Diálogo y encuentro

El nuevo órdago de los profesionales de primaria llega el mismo día en que la nueva comisionada de atención primaria, María José Lloria, ha mostrado ante el president de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, su voluntad de ofrecer «diálogo y un espacio de encuentro» a colegios profesionales, sindicatos y sociedades científicas para llevar a cabo su encargo de cambiar el modelo del primer nivel de la sanidad valenciana. Barceló ha insistido en que se va a poner fecha a cada uno de los cambios a implantar.

En concreto, la responsable autonómica de la parcela sanitaria se comprometió a que este plan irá acompañado de una «calendarización» de las actuaciones que plantea poner en marcha la Generalitat. Una ausencia de concreción de plazos que hasta ahora ha sido el principal defecto que le achacan los especialistas de primaria, que pese a aparcar y dejar a un lado la amenaza de huelga, activan una hoja de ruta para autorregularse al margen de la Conselleria.

La figura de la comisionada que ocupa Lloria se creó ayer oficialmente: el cargo no va a tener presupuesto propio y será el equipo de la Dirección General de Asistencia Sanitaria el que preste «soporte técnico y administrativo».