Cómo se trasladará el personal sanitario a un domicilio para atender una urgencia es una pregunta que por ahora no tiene respuesta, o tiene muchas, dependiendo desde dónde se formule. Y es que la Conselleria de Sanidad no ha establecido un criterio único para regular estos traslados --que hasta ayer se hacían en ambulancia desde los puntos de atención continuada-- después de la entrada en vigor de las nuevas condiciones del contrato que regula este servicio; y da libertad a los departamentos de salud para que apliquen las soluciones que consideren más adecuadas. Una medida que tiene la oposición de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), por los sobrecostes que genera y porque es «inverosímil» e «improvisada», explican; y del Colegio de Médicos de Castellón, que pide recuperar las ambulancias.

La consellera, Ana Barceló, lanzó un mensaje de calma ayer y aseguró que no se producirá ninguna «demora» en la atención de urgencias domiciliarias. Sin embargo, no concretó qué medio de transporte se utilizará para realizar este servicio, decisión que deja en manos de los responsables de los distintos departamentos. Como ejemplo, nombró vehículos «de renting» o «propios» de cada demarcación sanitaria.

Sobrecoste

Una visión muy distinta sobre esta problemática tienen desde CSIF, que denuncia que este nuevo sistema costará a las arcas públicas «miles de euros». El caso más claro, señalan, es el del departamento de salud de Castellón, que soportará «un sobrecoste cifrado en 4.500 euros mensuales para la contratación de un vehículo sanitario con conductor (VIR), no habilitado para transportar pacientes».

«Además, fuera de la ciudad hay muchos médicos que no disponen de coche ni carnet de conducir y que no tienen otra posibilidad en los entornos rurales», explicó el portavoz de Sanidad de CSIF, Vicente Navarro. Es el caso de Almassora o Benicàssim, relata, donde al impedirse el uso de las ambulancias, el personal sanitario tendrá que «poner su vehículo propio» para desplazarse. También se ha hablado de utilizar taxis, ahora complicado por las jornadas de huelga.

Navarro califica esta medida de «huida hacia adelante» de la consellera. «Se han aceptado un sinfín de ocurrencias que van a provocar que la gestión pueda ser aún peor, en lugar de prorrogar el servicio de ambulancias a la espera de buscar soluciones razonables tras el verano», señala.

Ello, manifiesta el representante sindical, a pesar de que el servicio de ambulancias «está ya pagado» y de que no se ha aclarado por parte de Conselleria cómo se concederán esos servicios ni detallan ningún tipo de concurso.

Desde el Colegio de Médicos tienden la mano a la consellera «para buscar soluciones que contemplen, de nuevo, el traslado de los profesionales en las ambulancias y que vuelva la normalidad». A juicio de su presidente, José María Breva, «lo importante es primar siempre la calidad asistencial y esas modificaciones en el pliego de condiciones del transporte sanitario no están en consonancia con esa prioridad».