La Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente se lava las manos y deja a los municipios la responsabilidad de la lucha contra la plaga de mosquitos, que ha repuntado en el litoral de Castellón tras las lluvias de las últimas semanas. En una respuesta a una pregunta del Partido Popular en les Corts, la consellera Mireia Mollà asegura que su labor se limita a «facilitar a los ayuntamientos las autorizaciones que, en su caso, sean necesarias para llevar a cabo las actuaciones de control».

La contestación, que se atiende a la estricta legalidad sin que el departamento de Medio Ambiente dé un paso al frente, se produce después de que alcaldes del litoral provincial como Wenceslao Alós (Moncofa) hayan pedido a la Generalitat una mayor implicación en la batalla contra la plaga. De hecho, Mollà también lanza balones fuera en dirección a otro departamento autonómico: «En el caso que la plaga supusiera un riesgo para la salud de la población, implicaría también la intervención de la Conselleria de Sanidad», que dirige la socialista Ana Barceló.

Pese a que la responsable autonómica no considera que exista riesgo para la población, los empleados de Castellón que trabajan al aire libre, en especial los collidors, temen que se produzca una situación similar a la del año pasado, cuando el incremento de mosquitos en pleno otoño provocó muchas molestias e incluso obligó a dejar de trabajar en plena campaña a algunos de estos profesionales en localidades como Burriana, Nules o Moncofa.

NI LAS AUTORIZACIONES // El diputado autonómico y presidente del PP en Castellón, Miguel Barrachina, que realizó la pregunta a Mollà, acusó a la dirigente de Compromís de «eludir su responsabilidad». «La realidad es que ni siquiera dan las autorizaciones a los ayuntamientos para actuar en su término municipal», denunció el líder de los populares castellonenses.

Según Barrachina, la Conselleria «esconde en su respuesta los datos sobre la plaga de mosquitos y culpa a los ayuntamientos y a Sanidad de la situación».

El popular presentó una batería de preguntas sobre las medidas específicas adoptadas por el Consell para combatir las plagas y las autorizaciones de Sanidad y Agricultura a municipios para llevar a cabo fumigaciones aéreas, así como los criterios para denegarlas. «La respuesta es pasarse la pelota, pero actuaciones ni una», sentenció Barrachina.