El director general de Medio Natural y Evaluación Ambiental, Antoni Marzo, instó ayer a los ayuntamientos a colaborar para minizar los riesgos de la plaga de la procesionaria, que afecta a la provincia y ha encendido la alarma, como viene contando Mediterráneo. Marzo pasó la pelota a los consistorios e incidió en que «la competencia en el control de insectos peligrosos para la salud pública es de los ayuntamientos», a los que recordó que deben combatir la plaga en los parques, jardines y cercanías de núcleos urbanos. Así lo indicó Marzo en la presentación de una campaña, en colaboración con el Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios, para informar a la población acerca de los riesgos que la oruga comporta para las personas y sus mascotas. Un plan que llama a la autoprotección y que pide a los ciudadanos que se mantengan alejados de las zonas con procesionaria y que no entren en contacto con ellas. Las orugas pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en las personas y, en especial, en los perros debido a sus pelos urticantes, que se desprenden y flotan en el aire.

La plaga, que afecta con virulencia a la provincia de Castellón, ha provocado la aparición de numerosos nidos de grandes dimensiones en pinos de distintos puntos de la geografía provincial. El Desert de les Palmes, la vía verde que une Benicàssim y Orpesa, la Serra d’Irta, Alcossebre, Atzeneta o Vistabella son solo algunos de los muchos lugares afectados.

La eclosión no ha pasado inadvertida entre senderistas y cazadores, que han alertado a los ayuntamientos de la presencia masiva de bolsas. Los alcaldes han mostrado su preocupación por la rápida propagación y Fepac-Asaja ha exigido a la Conselleria de Medio Ambiente «medidas urgentes» para atajarla.

PROSPECCIONES // Asimismo, Medio Ambiente ha recordado que colocó 1.477 trampas en árboles de Castellón el pasado verano y que 238 hectáreas de la provincia fueron fumigadas. La Conselleria aseguró ayer que está realizando labores de control, priorizando los alrededores de las áreas recreativas en espacios naturales y caminos forestales, aunque no concretó las medidas.

A su vez aseguró que en la actualidad técnicos de las direcciones territoriales y agentes medioambientales están llevando a cabo prospecciones para conocer el nivel de incidencia que tendrá en los meses del próximo otoño e invierno ya que las acciones han de realizarse en dichas estaciones del año. A su vez, están realizando investigaciones, para que la lucha contra la plaga sea más eficiente con menor dosis de producto fitosanitario, efectuando experiencias de endoterapia mediante inyecciones a la planta o difundiendo en el entorno los parásitos de la procesionaria una vez deshecha la oruga y trabajando con trampas embudo.