Ha sido la Semana Santa del surf. Es la otra cara de la moneda de unas vacaciones de Pascua que pese a que no han sido las mejores para el sector hostelero y los turistas por las intensas lluvias registradas, sí han sido memorables para los surfistas, que han aprovechado para coger olas en los rincones más idóneos de las playas de la provincia.

Según explican muchos de estos aficionados, se han dado las circunstancias óptimas con el temporal que se inició el Jueves Santo. El mar se empezó a quedar bien para esta práctica el sábado, pues antes estaba movido por la tormenta. Además, los periodos entre olas eran grandes, que es cuando mejor se puede practicar este refrescante deporte.

Pese a que el jueves y viernes se registraron olas de más de dos metros de altura, según lo que marcaban las tablas, fue el sábado, domingo, lunes y martes cuando se obtuvieron las mejores condiciones para salir al mar. Fue «espectacular para surfear con olas de metro y medio», según detallan los protagonistas a este periódico; y con mejores condiciones de viento. En contra de los que muchos piensan, este fenómeno es negativo y es mejor cuando es leve.

Un ‘secreto de Estado’

Que el Mediterráneo no es un buen escenario para surfear es otra de las falacias. Vale que la cuna de este deporte en nuestro país está en el norte peninsular, pero las playas y olas de Castellón también son muy óptimas e, incluso, en ocasiones atraen a aficionados extranjeros.

Aunque existe cierto secretismo a la hora de desvelar los mejores rincones para evitar aglomeraciones, sí es sabido por todos que entre las playas más frecuentadas por los surfistas están las del Grau de Castelló (sobre todo la zona del Planetario), Benicàssim (Torremar-Voramar), Vinaròs-Benicarló; y Burriana, la meca del longboard en la provincia. De hecho, el único club específicamente de surf está en Burriana y es precisamente allí donde se celebra el festival Quasimoto Surf’s up Invitational. Esporádicamente, si se dan las condiciones, también la de Playetas de Bellver, Morro de Gos y La Concha en Orpesa son frecuentadas por surferos.

Muchos aficionados están federados, lo que les cubre ante cualquier incidente. Son madrugadores, pues suelen salir al alba. Aventureros y grandes conocedores del mar, su hábitat natural.

La tabla de moda en Castellón

Otro dato significativo es que en la provincia de Castellón gana terreno la modalidad del longboard frente al surfboard de toda la vida, pues las condiciones del mar Mediterráneo son más propicias para las tablas largas, con las que se puede gozar de entre 90 y 100 días de surf al año. En cambio, con las cortas apenas habría una veintena. Por lo que todas las viejas glorias de este deporte se han pasado al longboard.