El número de divorcios y separaciones en la provincia de Castellón superó a lo largo del último año las 1.500, una cantidad que supone un incremento de casi el 6% con respecto al anterior periodo y que, según se señala desde el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), tiene una relación directa con el comportamiento de la economía tanto a nivel general como local. Así, de 2007 hasta mediados de 2013 la reducción de las demandas rondó el 20%.

Según el departamento de estadísticas del Consejo, de las 1.521 demandas de divorcio que se registraron en la provincia a lo largo de 2015, el 56% de ellas fueron no consensuadas, lo que representa, a su vez, un leve incremento si se toma como referencia el periodo anterior. Para las fuentes del CGPJ consultadas, “el entorno económico determina en gran medida tanto el comportamiento como las decisiones que se dan en el ámbito doméstico y las demandas de divorcio no son una excepción”, argumentan.

MEJOR, DE VACACIONES // Pese a todo, estos números apenas han hecho variar la duración media de los matrimonios, que sigue estando en torno a los 15 años, cuando antes de la crisis económica se establecía en 15,6.

El número de demandas de divorcios en la provincia, por contra, sí experimenta grandes variaciones a lo largo del año, de tal modo que si durante el verano cae, a la vuelta de las vacaciones estivales, la cifra se dispara. Así, en el cuarto trimestre de 2015, los divorcios en la provincia de Castellón duplicaron su número con respecto a los datos registrados durante los tres meses del verano. En este caso, septiembre y octubre fueron los meses en los que se dio una mayor actividad.

En cuanto a las demandas traumáticas y los desacuerdos, que se engloban dentro de los procesos no consensuadas entre las partes, destacan las modificaciones realizadas y no consensuadas, cuyo incremento alcanza el 62%. “Es un dato que nos lleva a pensar el alto grado de conflictividad de índole judicial que conlleva este tipo de procesos”, añade el experto matrimonialista, mediador y asesor de familias, Pere Santibánez, que explica que ocho de cada diez divorcios que se registran tiene lugar entre cónyuges de nacionalidad española, mientras que algo más del 40% no tenían hijos en el momento de la demanda. H