El hombre de 47 años y la mujer de 42 que fallecieron en un choque frontal en la N-340 a su paso por Vinaròs fueron las últimas víctimas en los accidentes de tráfico en la provincia de Castellón del 2017. Un año que deja un sabor agridulce, ya que, aunque las muertes en las carreteras de la provincia han disminuido en un 26% , en ciudad se duplican.

Un total de 23 personas fallecieron en el 2017 en la red viaria provincial, frente a las 31 del 2016, según los datos facilitados ayer por la Jefatura Provincial de Tráfico. Mientras, en vía urbana perdieron la vida once, por seis en 2016.

El cómputo final, por tanto, es de 34 muertos, tres menos que en el 2016. La Delegación del Gobierno en la Comunitat ha puesto el acento en que Castellón lidera el descenso de las víctimas mortales en la Comunitat (-26%) y en la reducción del 33% en el número de accidentes, que han pasado de 30 a 20 siniestros.

No obstante, el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, ha señalado que aunque se está avanzando, por parte de los conductores en una mayor cautela a la hora de conducir y se han mejorado las carreteras con mayor control, «nunca estaremos satisfechos mientras haya un solo fallecido en la carretera»,

PRUDENCIA // Por ello, apela a la prudencia y al cumplimiento de las normas. Además, recuerda que «nos encontramos en el final de la campaña especial de Navidad que finaliza el domingo 7».

Moragues ve necesario no usar el móvil mientras se conduce, por ser las distracciones una de las causas principales de accidentes mortales y estar atentos por si se dan condiciones adversas.

En ese sentido, recomiendan informarse adecuadamente de las condiciones meteorológicas y disponer de neumáticos de inivierno o cadenas si se va a zonas de montaña; hacerse ver mediante la utilización correcta del alumbrado, mantener la distancia de seguridad con el vehículo precedente, no consumir alcohol o drogas si se va a poner al volante; usar el cinturón y las sillas infantiles y circular a velocidad adecuada, entre otros.