Silvia Rodríguez y su pareja encontraron un bulto negro extraño cuando paseaban hace un par de semanas por el Grupo Roquetas de Castelló. Se aproximaron a ver qué era y se encontraron con un perrito de aproximadamente un año de edad que bautizaron con el nombre de Pantera. “Nos miró de reojo y se puso a mover la cola. Luego ya comprobamos que no tenía movilidad en las piernas, así que decidimos llevarlo al veterinario”, relata Silvia.

La historia sigue en la clínica, cuando descubren que el animal no tenía chip y estaba gravemente enfermo, pues dio positivo en leishmaniasis y además no reaccionaba a los estímulos de sus cuidadores. “Cuando ya no podían hacer nada por él porque veían que apenas mejoraban nos pidieron que lo lleváramos a otra clínica en València”, relata Silvia, que después de ponerse en contacto con varias protectoras ha recibido ayuda de ASPAC.

Desde que encontraron a Pantera, el perro apenas ha salido del veterinario, por lo que los gastos pueden ascender a unos 2.000 euros, una cifra inalcanzable para esta joven pareja. “Yo tengo un trabajo de media jornada que apenas me llega para acabar el mes, así que no podemos hacernos cargo de tanto dinero”, asume Silvia, que ha creado un grupo en Facebook pidiendo ayuda de forma desesperada, pues su intención es adoptar al animal una vez se recupere.

Actualmente el perro ha sido diagnosticado de una meningitis “bastante grave. Están estudiando si es vírica o bacteriana, pero ya está recibiendo un tratamiento muy completo y va mejorando. Tenemos esperanza de que salga adelante”, confirma Silvia, que confía en dar un hogar lo antes posible a Pantera, pero se ha visto obligada a pedir colaboración para ello.