El presidente de Mercadona, Juan Roig, que ayer definió el pasado 2018 como el año del inicio de la transformación de la compañía y espera un 2019 «aún mejor», avaló su afirmación con contundentes datos de crecimiento, como el aumento en un 85% de los beneficios netos, hasta alcanzar los 593 millones de euros.

En este punto, Roig quiso remarcar que las ganancias del último ejercicio son, en realidad, de 1.213 millones, de los que han distribuido a los trabajadores como prima por objetivos 325 (+4%), así como, añadió, se han compartido con la sociedad en forma de impuestos --aseguró que le satisface pagarlos, los justos-- 293 millones en España, con un tipo impositivo del impuesto de sociedades del 22%, y dos millones en el caso de Portugal.

Dentro del balance del último año, el empresario apuntó otros grandes números como la creación de 1.800 nuevos puestos de trabajo hasta sumar 85.800 personas de plantilla total, y el avance en la implantación de las nuevas tiendas inteligentes, con 400 establecimientos --del total de 1.636 (9 más que doce meses antes)--, y 215 reformas realizadas.

Entre los mimbres que han permitido a Mercadona cerrar un buen año, siempre con la puesta en práctica de conceptos como la escucha permanente al cliente y «hacer lo que hay que hacer», como señaló Juan Roig, el presidente de la firma informó de un alza de las ventas del 6% que ha supuesto una facturación de 24.305 millones. En cuanto a la inversión, se ha disparado al superar los 1.500 millones de euros, un 50% más que los 1.008 del 2017. Todo ello, con recursos propios.

todo irá bien // Sobre un elemento que, a priori, puede incorporar inestabilidad al panorama económico, las elecciones de abril y mayo, al presidente de Mercadona tiene una visión muy clara.

Aseveró que después de los comicios «no va a pasar nada, ni mucho menos» y vaticinó que «vamos a seguir igual de bien que ahora», No obstante, advirtió de que «la sociedad y los empresarios quieren tener las cosas claras» y esa es una cuestión que debe «exigirse a los políticos», para apuntar que, «aunque es difícil, es su trabajo, para eso los ciudadanos les han elegido y para eso se les paga». «Tienen que hacer las cosas sin tanto lío y sin tanta incertidumbre, los de un lado y los del otro», sentenció.

Con estas premisas, anunció para este año una inversión «histórica» de 2.300 millones dentro de un plan a cinco años de 10.000 millones, para dar un gran impulso a la implantación de las tiendas inteligentes, así como al proyecto Listo para comer, que llegará a 250 centros en el 2019.