La caída en el número de pasajeros que utilizan el aeropuerto de Castellón, unida a la petición de más dinero por parte de la empresa gestora, Edeis, fue el principal motivo que empujó a los responsables políticos a nivel autonómico y nacional a buscar que Aena asumiera la gestión del recinto. Tal y como publicó ayer Mediterráneo, desde la empresa pública se dio el visto bueno a iniciar esta operación, interrumpida tras el cambio de Gobierno.

Los datos en este sentido son claros. De enero a junio del 2018, son 53.598 personas las que han pasado por la infraestructura de Vilanova d’Alcolea en 804 movimientos de aeronaves, tal y como detallan fuentes de Aerocas. Un descenso pronunciado respecto al año pasado, cuando de enero a mayo --un mes menos--, lo usaron 57.690 pasajeros. El aeropuerto cerró un muy buen ejercicio en 2017, al sumar 144.221 pasajeros, un incremento del 36% con respecto al año anterior.

objetivo lejano // Unas cifras que en la actualidad parecen improbables de conseguir, más teniendo en cuenta que a la dificultad para captar nuevas conexiones se suma la pérdida de alguna, como la de Brístol, y la limitación de las de Sofía y Bucarest. Además de estas dos últimas, con dos rutas semanales, en la actualidad hay operativos otros dos recorridos regulares: Londres (tres frecuencias semanales) y Poznan (dos).

Ante este panorama, que dejaba entrever la posibilidad un futuro cierre de la infraestructura, se activaron las negociaciones con Aena, con la Generalitat y Diputación colaborando, y a través de la mediación del diputado del PP y portavoz de Fomento en el Congreso, Miguel Barrachina.

«Habíamos estimado una caída en el número de pasajeros de hasta un 25% y eso nos empujó a actuar, ya que se trata de un tema muy importante», manifiesta Barrachina. Que asumiera la gestión la empresa pública «se veía como una garantía de que no se iba a clausurar el recinto, ya que dirige aeropuertos con menos tráfico que el de Castellón».

Además, Barrachina indicó que «la situación actual de Aena es muy distinta a la del 2011, cuando no era favorable a incluir en su red al aeropuerto. Su situación económica ahora es boyante, con beneficios de cientos de millones de euros, cuando hace siete años estaba en pérdidas». También, «el hecho de que haya asumido la gestión del aeropuerto de Corvera (Murcia), una infraestructura que comparte muchas semejanzas con la de Castellón, animaba a afrontar la operación».

La llegada de Maurici Lucena a la dirección de la empresa pública, en sustitución de Jaime García-Legaz, abre un periodo de incertidumbre respecto a la viabilidad de esta operación. Sin embargo, el hecho de que el director general de Negocio de Aena, Javier Marín --que sigue en el organigrama de la institución tras el cambio de Gobierno--, se mostrara partidario de incluir en la red pública al aeropuerto, hace que desde la parte negociadora castellonense se vea con optimismo la operación.