La Mesa de la Cerámica volverá a reunirse el próximo 16 de septiembre. Este órgano, en el que están representadas las tres patronales vinculadas al sector cerámico (Ascer, Anffecc y Asebec) y la Generalitat, abordará fundamentalmente las dificultades que sufren las firmas azulejeras -así como las de fritas y esmaltes y de maquinaria- debido a la ralentización de la economía mundial y el aumento del proteccionismo en mercados clave como Estados Unidos.

Así lo confirmaron ayer el president de la Generalitat, Ximo Puig, y el de Ascer, Vicente Nomdedeu, tras reunirse en la sede de la patronal en Castelló. Ambos dirigentes también aprovecharon el encuentro para avanzar en la negociación del convenio de colaboración que gobierno y asociación empresarial prevén firmar en noviembre de este mismo año para mejorar la relación entre ambas instituciones y, en palabras del jefe del Consell, tratar a un sector clave «con una mayor sensibilidad».

Será el primer encuentro de la Mesa de la Cerámica desde hace algo más de un año, y servirá para que los empresarios trasladen al president sus demandas, especialmente respecto a las dificultades que encuentran para mantener el ritmo de las exportaciones en un contexto mundial de pérdida de vigor del crecimiento, además del aumento del proteccionismo, con procesos como el brexit o la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que amenazan las cuentas del azulejo. El encuentro también se producirá a las puertas de una de las ferias más importantes para el sector, la de Cersaie (Italia), que se celebra del 23 al 27 de septiembre.

EVITAR EL PESIMISMO // Pese a que tanto Puig como Nomdedeu hicieron un llamamiento para evitar el pesimismo, ambos reconocieron que la situación económica mundial es «compleja», con desaceleración del crecimiento de las principales potencias, en especial de los países europeos más importantes. Aún con este escenario, las ventas de las firmas azulejeras crecieron hasta el mes de mayo un 2,27% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, pero el sector prevé que ese incremento se modere en los próximos meses.

Más difícil es la situación de las firmas productoras de fritas, esmaltes y colores, que esta semana urgieron a Puig a convocar la Mesa de la Cerámica para abordar la desaceleración, que en su caso provoca una caída de ventas del 7% al estar más expuestos que el azulejo a la exportación.