El sector del metal, que agrupa a la maquinaria cerámica y la automoción, entre otros sectores, ya tiene un nuevo convenio colectivo después de meses de complicadas negociaciones, con amenaza de huelga incluida. El aspecto clave del acuerdo, que afectará a unos 10.000 trabajadores de la provincia, ha sido un incremento salarial que alcanza el 2% en los dos primeros años de vigencia del mismo, ya que en los otros dos será del 1%.

El convenio se firmó en la tarde de ayer jueves, después de que se cerraran los últimos flecos entre la patronal y los sindicatos. Empezará a aplicarse este año y durará hasta el 2022. Esto hace que el alza en los sueldos se tenga que aplicar de forma retroactiva ya en el presente ejercicio.

En ambas partes la sensación era de satisfacción. Juan Vicente Bono, presidente de la patronal de la maquinaria cerámica, Asebec, manifestó que el convenio «va a proporcionar mucha estabilidad al sector». «Da tranquilidad a la masa laboral y a las empresas, que ya saben cuáles van a ser sus gastos en salarios en los próximos años», indicó.

dificultades // Bono explicó que la negociación ha pasado por varias fases, alguna de ellas muy problemática. «Empezamos a negociar este año y ya antes del verano los sindicatos comenzaron a quejarse, y después del verano rompieron las conversaciones y propusieron cuatro jornadas de huelga. El día antes --el 19 de noviembre estaba prevista la movilización-- llegamos a un acuerdo total en los salarios y hasta ahora solo hemos tenido que cerrar los últimos flecos», relató.

Una buena situación desde la que afrontar «amenazas como el brexit y la inestabilidad que actualmente vivimos no solo en España, sino en todo el mundo».

Desde la parte sindical, representada por CCOO, UGT y Sindicato Intercomarcal de Trabajadores de Castellón (SIT), coinciden en valorar el acuerdo como «muy positivo, ya que el incremento en los salarios tiene mucha fuerza», opinó el secretario general de Industria de CCOO-PV, Javier Galarza. En este sentido, hay que recordar que en un principio los representates de los trabajadores reclamaban un alza del 3%.

difícultad // Galarza, sin embargo, se quejó de la «dificultad» de alcanzar acuerdos con la patronal de Castellón, «lo que no sucede en otros sitios». A su juicio, el hecho de que esta defienda los intereses no solo de la maquinaria cerámica y la automoción, sino también de los mecánicos, los electricistas y los fontaneros, crea problemas, «ya que cada sección defiende una cosa distinta».

No obstante, cree que el acuerdo es bueno y no solo por los salarios, sino porque también se han protegido otros derechos de los trabajadores. Entre ellos, Galarza destacó que en el texto se ha plasmado también normativa referente a temas de igualdad, de paternidad y de género.