El tarraconense Marcel Ortega ya se ha estrenado como nuevo director de la Banda Municipal de Castellón. Lo hizo el viernes, en el Auditori i Palau de Congressos de la ciudad, con motivo del Concierto de Reyes. El camino no ha sido fácil, sin embargo. Tuvo que superar un exigente proceso de selección, que además se vio enturbiado por las acusaciones de irregularidades académicas --que llevaron incluso a impugnar las pruebas a uno de los aspirantes al puesto-- y de trato de favor por parte de la Concejalía de Cultura municipal por motivos políticos.

Finalmente, fue el elegido para cubrir una vacante que estaba abierta desde el 2012 tras la jubilación de Francisco Signes --hasta la fecha la plaza ha estado ocupada de forma interina por José Vicente Ramón--. Comienza pues una nueva etapa para él, marcada por la ilusión y las ganas de trabajar.

--A nivel musical, ¿va a introducir muchas modificaciones respecto a la etapa anterior?

--Voy a mantener las iniciativas que resultan exitosas, como por ejemplo los proyectos pedagógicos con las escuelas, a la vez que intentaré aportar mis principios y visiones sobre lo que tiene que defender una banda profesional en el plano artístico: repertorio actual, apuesta por los jóvenes talentos, interés por la música del territorio, defensa del repertorio bandístico internacional, colaboraciones multidisciplinarias... Todo ello con la máxima aspiración artística, por supuesto.

--¿La banda de Castellón tiene un nivel musical elevado?

--Creo que dispone de un enorme potencial: un grupo de cincuenta músicos profesionales, de nivel y motivados; ahora hay que seguir canalizando este potencial y materializándolo.

--¿Le han transmitido la importancia que tiene la banda para los ciudadanos de Castellón?

--¡Se palpa! Desde la relevancia informativa que se le da hasta el hecho de pasear por la ciudad hablando con el maestro Signes y ver que todo el mundo le saluda. La banda es un orgullo para Castellón, lo cual es de una belleza emocionante. No todas las ciudades saben apreciar así la riqueza que significa tener una banda municipal.

--¿Espera que ya se hayan solucionado los problemas de convivencia que hicieron que incluso tuvieran que intervenir psicólogos de la Universitat Jaume I?

--Las cuestiones personales, dentro de un colectivo, son de largo proceso. Ahora, con la llegada de un nuevo director y un nuevo proyecto, tenemos una senda, un hilo del cual ir tirando y avanzando. Mientras recorramos el camino, poco a poco, a través de la satisfacción del trabajo bien hecho, las cuestiones personales irán madurando.

--¿Tiene prevista alguna acción en este sentido, para fomentar el buen ambiente?

--Nada como un «buenos días», una sonrisa y una mirada de confianza para que lo importante sea la música y que a través de ella fluya todo lo demás.

--¿Se va a reforzar la presencia de la banda en las calles, por ejemplo con su participación en más eventos?

--Todavía no tenemos el proyecto social y cívico totalmente definido. Sin duda, creo que es en la calle de la ciudad donde la ciudadanía tiene un contacto más directo con su banda y nosotros aportamos un ingrediente más inmediato a los actos, en contraste con la labor pedagógica o la temporada sinfónica, que son de más largo alcance.

Mi punto de vista pasa por saber escoger los eventos estratégicos: aquellos en los que la presencia de la banda tiene un valor simbólico y en los que ayuda a hacer ciudad; siempre a través el diálogo con las entidades y con el Ayuntamiento. También creo que es fundamental que la banda toque en las condiciones adecuadas, sobre todo a nivel acústico, para que los ciudadanos puedan apreciar toda la calidad de la cual disfrutan con un grupo así.

Ejemplo de todo ello lo tendremos ya en el concierto de fiestas de Sant Roc Vora Sèquia del próximo día 11, que tendrá lugar en el Teatre del Raval para que luzca al máximo.

--Hubo voces, entre ellas las de uno de los candidatos a su mismo puesto, que cuestionaron la limpieza del proceso de selección para ejercer de director. ¿Qué tiene que decir al respecto?

--Creo que quien tiene que responder a ello es el tribunal, y ya lo ha hecho. Por mi parte, si no hubiese creído en la adecuación del procedimiento, no me hubiera presentado. He confiado plenamente en la labor de los funcionarios cualificados del Ayuntamiento de Castellón.

--También hubo cierta polémica por publicaciones suyas en las redes sociales defendiendo la independencia de Cataluña. ¿Le molesta que le cuestionen por sus ideas políticas?

--Creo que la palabra no es molestia, simplemente creo que no procede y me parece que no ayuda a la banda. Mis ideas políticas forman parte de mi vida privada: mis cualidades como músico y el cargo de director de la banda no tienen nada que ver con ello.

Como ya comenté durante mi presentación oficial, dejemos la política para los políticos, nosotros hemos venido a hacer música. De ahora en adelante, la banda tiene que generar noticias sobre música, y creo que esto es lo que más nos interesa como institución y como ciudad.

--¿Va a establecer colaboraciones con otras bandas?

--Eso esperamos: colaboraciones artísticas con las bandas municipales de toda España y colaboraciones de carácter más pedagógico y territorial con las bandas amateurs de nuestra provincia.

--Como nota curiosa, ¿cuáles son sus compositores predilectos?

--Sinceramente, todos. Nunca he tenido favoritos: por un lado hay compositores como Wagner, Mendelssohn, Persichetti o Stravinsky que me han atraído siempre; por el otro, mi curiosidad me ha llevado a querer entender y luego apreciar la música de otros compositores con los que el feeling no era inmediato.