El inicio del nuevo curso escolar vendrá acompañado de un desplome en la demanda de actividades extraescolares. La incertidumbre que genera la vuelta a las clases y el miedo a los contagios han motivado el desinterés de los progenitores en apuntar a sus hijos a fútbol, inglés o ballet.

Así lo afirma el presidente en funciones de la FAMPA (Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos) de la provincia de Castellón, Josep Pasqual Albiol. El vila-realense explica a Mediterráneo que «estamos a favor de que se realicen las extraescolares. Es la manera que tenemos de aprovechar unas instalaciones privadas para ofrecer unas actividades que serían más difícil de realizar fuera del centro». Asimismo, dice que «hay pueblos del interior que no cuentan con una academia de inglés y es la única forma para que estos niños puedan aprender idiomas», destaca.

Respecto a cómo puede influir la pandemia del covid en el desarrollo de estas actividades, Albiol detalla que «en años anteriores las familias ya sabían qué iban a hacer sus hijos al salir del cole y ahora predomina la incertidumbre. Somos conscientes de que va a caer la demanda por el miedo a los contagios y ante la posibilidad de que vuelva a producirse un nuevo confinamiento, pero animamos a las familias a que lleven a sus hijos a extraescolares, porque creemos que serán seguras», manifiesta.

El protocolo / Cabe recordar que la Conselleria de Sanidad y Salud Pública, en colaboración con Educación, elaboró un protocolo para una vuelta segura a las aulas que permite a los centros organizar estas actividades siempre que se pueda garantizar la distancia mínima interpersonal de metro y medio, y que, además, se disponga de un registro con la relación del alumnado participante, de manera que, en el caso de detectar un contagio, se pueda hacer la trazabilidad sobre las personas que habría que aislar.

No obstante, los centros no están obligados a ofertar extraescolares y son voluntarias para las familias. Eso sí, hay un tipo de extraescolares que se realizan dentro del horario escolar, de 9.00 a 17.00 horas, en aquellos colegios con jornada continua. En este caso, los centros sí que tienen la obligación de ofertarlas, pero siguen siendo las familias quienes deciden si llevar o no al menor. Una decisión que a falta de una semana para la vuelta al cole sigue siendo una incógnita para muchos de los padres de la provincia.