Para un actor, interpretar a un personaje real siempre tiene un punto de responsabilidad, y más si está en juego una vida. Eso es lo que ha pasado en el rodaje de En el corredor de la muerte, la miniserie de Movistar+ en la que el castellonense Miguel Ángel Silvestre recrea la historia de Pablo Ibar, condenado a cadena perpetua en EEUU por un triple crimen. El actor (que ha vuelto a España para rodar el final de Velvet y la serie de HBO 30 monedas) asegura que no ha sido su personaje más difícil, pero sí "el más comprometido".

-Veo que ha perdido el acento cubano que utilizó durante todo el rodaje para interpretar a Pablo, incluso en su vida cotidiana. El productor de la serie, Ramón Campos, dice que cuando le llamaba por teléfono le respondía imitando la voz del personaje...

-(Ríe) Es que tuvimos muy poco tiempo para trabajar el acento, por lo que o lo hacía así o no había manera. Eso me ayudó a tener más seguridad.

-¿Ha sido su papel más difícil?

-No creo que haya sido el más difícil, pero sí el más comprometido, teniendo en cuenta que estoy interpretando a una persona real que está viva y está sufriendo.

-¿Conocía mucho el caso?

-Me acuerdo cuando lo dijeron en las noticias. Tengo el recuerdo del miedo que me generó que el sistema judicial, de una manera legal, pudiera castigar a una persona quitándole la vida. Antes de hacer la serie sí que tuve que estudiar el caso, leer todo que había sobre Pablo, lo bueno y lo malo, ver los documentales, saber de la manipulación de pruebas que ha habido, leer el libro de Nacho Carretero [en el que se basa la serie] y reunirme con él.

-¿Cómo le describió Nacho Carretero en esa reunión a Pablo Ibar?

-En el libro en el que se basa la serie ya lo describe muy bien. Su transparencia al hablar, que es un tío con mucha modestia y honestidad... Son cosas que también se pueden ver en los vídeos que hay de él.

-¿Tenía que estar convencido de su inocencia antes de aceptar este papel?

-Sí. Y después de todos esos días en los que estuve documentándome sobre el caso, tenía claro que estaba en contra de la pena de muerte y a favor de la inocencia de Pablo Ibar. Por ejemplo, se habla mucho de las diferencias de la cara de Pablo y la del asesino que se ve en el vídeo, pero para mí hay una prueba determinante, una imagen por detrás en la que se ve que las orejas de uno y del otro son distintas.

-¿Cómo vivió que volvieran a condenarlo por el triple crimen mientras rodaban la miniserie?

-Fue un golpe muy fuerte para todos. Estábamos ensayando y tuvimos que parar la producción porque nos cogió por sorpresa. Estábamos convencidos de que Pablo saldría. Fue un auténtico shock.

-No fue la única noticia que salió sobre el caso durante el rodaje de En el corredor de la muerte

-También salió que un miembro del jurado se había retractado y había reconocido haber sufrido presiones para considerarlo culpable. Eso nos dio la esperanza de que el juez anularía el juicio.

-Pero no lo hizo.

-No. Y la última noticia que nos cogió por sorpresa de forma positiva fue que el Tribunal Supremo está interpelando a ese juez por mala ejecución en el juicio de Pablo y en otros casos. Eso abre una ramita de esperanza para que el Tribunal Supremo le dé la oportunidad de otro juicio, en el que sea juzgado como se merece, sin manipulaciones.

-¿Todavía tiene la esperanza de verle salir de la cárcel?

-Sí, tengo esa esperanza. Tuve la oportunidad de hablar con Joaquín José Martínez, el único europeo que ha salido del corredor de la muerte, y también me dijo: "Tardará un poquito más, pero confío en que Pablo salga".

-Durante el rodaje no pudo hablar con Pablo. ¿Ahora sí?

-Entonces estaba en prisión preventiva y solo podía ver a su abogado, ni siquiera a su familia. Ellos se estaban jugando la inocencia de su hijo, su marido y su hermano y era muy delicado entrar a hacer preguntas. Ahora me gustaría conocerle, pero sigue estando en un momento delicado y solo dispone de dos visitas a la semana, así que no me veo con la capacidad de pedir que quiero una reunión con él porque no le quiero quitar esos pocos momentos con los suyos. Para mí sería un placer viajar a Miami para verle, pero no es algo que pueda forzar.

Miguel Ángel Silvestre, con los actores que encarnan a los detectives / MOVISTAR+

-¿Tampoco ha intentado contactar con Tanya, su mujer?

-Si ella tiene interés, me gustaría conocerla. Pablo habla siempre de que es el hombre con más suerte del mundo, por la historia de amor que ha vivido con ella, y con menos suerte, por todo lo que sabemos que le ha pasado. Me gustaría darle un abrazo a Tanya y mostrarle todo mi apoyo.

-Al que sí ha conocido es al padre de Pablo, Cándido, con el que coincidió en el festival de Vitoria.

-Le había visto en muchos vídeos. Si ya ser padre es un acto generoso, él es un ejemplo de todo lo que un padre puede llegar a hacer por un hijo. Fue impactante conocerle y me acordé de mi padre, que también considero que fue un hombre generoso. Fue inevitable no mezclar emociones cuando conocí a Cándido.

-¿Le agradeció haber recuperado la historia de su hijo, que su caso no quede en el olvido?

-Fue muy generoso con todo el equipo y con nuestro trabajo. Nos dijo que no cree que Pablo pueda ver la serie, porque le restringen todo el material.

-¿Cómo cree que se puede ver la serie en EEUU, donde hace unos meses volvieron a ratificar la culpabilidad de Pablo y en mayo fue condenado a cadena perpetua por el triple crimen? Porque En el corredor de la muerte es claramente una crítica al sistema judicial de ese país.

-Hay otras muchas series que hacen lo mismo, como Making a murderer (Fabricando a un asesino) o Así nos ven, que denuncian el sistema judicial de su país. Así que En el corredor de la muerte es otra serie que habla de las injusticias que suceden allí. Todos hemos hecho la serie creyendo en lo que estábamos contando.