Mi prioridad será servir a los castellonenses hasta el último aliento, con gran ilusión y dedicación, y convencido”. Así de rotundo se mostró el coronel Miguel Fresneda López, nuevo jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Castellón, tras tomar posesión. En su alocución mostró su “gratitud” a quienes “han confiado y confían en mí”; y reiteró su convicción de “servir sin límites y dedicarme en cuerpo y alma a los castellonenses”. En pocos días analizando el potencial de las unidades a su cargo abogó por “mantener los altos niveles de eficacia” de su antecesor en la Comandancia, “ejemplar” Juan José Miralles, ya jubilado.

El coronel incidió en su apuesta por “un servicio de calidad y en condiciones, transparencia de gestión, colaboración y diálogo con colectivos --de hecho, ya tiene peticiones de pescadores y asociaciones agrícolas--, atajar la violencia de género y ayudar a los débiles; así como proporcionar tranquilidad en municipios, campos y carreteras”. Tuvo palabras de admiración para los agentes que atendieron recientemente un accidente con un vehículo en llamas y el atraco a un banco.

Entre las autoridades que le arroparon, acudió el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues --quien destacó que “Castellón, con un 43,8%, es la provincia con menor tasa de criminalidad de la Comunitat”--; el subdelegado David Barelles; el presidente de la Diputación, Javier Moliner; la alcaldesa, Amparo Marco; el edil de Seguridad, Antonio Lorenzo; así como diputados y senadores; y el expresident Alberto Fabra. Fresneda, quien a los 14 años se fue a vivir a Segorbe, al cuartel, con su padre, se casó con una segorbina y tuvo dos hijas, por lo que ayer afirmó: “Vuelvo a casa”. H