A la ciudad de Castellón le cabe el honor de crear su propio Cuerpo de Bomberos mucho antes de ser un hecho común. Según José María Fortanet, data del 18 de marzo de 1859, aunque todo empezó a fraguarse dos meses antes. Apareció en el gesto del Ayuntamiento al desaparecer las Milicias Nacionales y, consecuentemente, la Milicia Urbana de Castellón, antecedente oficial.

Para regir los destinos de la Compañía, el Ayuntamiento elaboró el Reglamento Orgánico de la misma, donde se confirmaba que al señor Gobernador de la Provincia, en su calidad de Jefe Superior de la Administración, le corresponde la dirección e inspección gubernativa de todo servicio público y, por consiguiente, en los casos de incendio. El reglamento contiene 17 ‘jugosos’ artículos. Entre ellos aquel en que citan los avisos desde las campanas del Campanar, haciéndose sonar con los toques que correspondía a cada barrio, dividida la ciudad en nueve de ellos, siendo de menor a mayor por este orden: Barrio de Santa María, San Juan, San Nicolás, San Pedro del Grao, San Agustín, Santo Tomas, San Roque, San Félix y barrio de la Trinidad. Después se aclaró que el barrio de San Pedro correspondía al enclave entre las calles Colón, Enmedio, Mayor y San Luis.

El Parque

Mi infancia está llena de aventuras en el antiguo Parque de Bomberos, ubicado en la calle Cardona Vives (carrer de l’Aigua), junto al trinquete viejo de la calle Gobernador. Allí no solamente nos enteramos de las características de su uniforme, de las credenciales que les acreditaban como servidores públicos y fuimos testigos de las máquinas y vehículos apagafuegos que se iban incorporando, a medida que se avanzaba en el tiempo y la lógica evolución de los instrumentos y enseres que se iban creando como novedad necesaria. Recuerdo la curiosidad que despertaba entre la chiquillería el hecho de que, en el Parque, hubo siempre un espacio llamado ‘gimnasio’, con un material muy curioso: había 7 juegos de bolas de hierro colado, 4 cuerdas gruesas lisas, 6 anillas con sus correspondientes cuerdas, 1 escalera de cuerda fija, 1 trapecio, unas paralelas y 1 trampolín.

Otra curiosidad de aquella época es que, hasta entonces, el teléfono directo del Parque desde el exterior era el número 1491. Había dos teléfonos, que funcionaban con el mismo número, uno colgado en la pared del comedor de la vivienda del guarda (ocupación de la familia Fortanet) y el otro también colgado en la pared, justo detrás de la mesa de la Comandancia, para los jefes.

Los ermitaños

Esta página de la vida comienza con Vicente Fortanet Moliner, el abuelo de José María. Durante varios años fue el ermitaño de la ermita de la Magdalena. Cuando falleció, el cargo de ermitaño lo heredó su hijo --el mayor-- Vicente Fortanet Balaguer. Y después, siguiendo su turno, el ermitaño, naturalmente, fue nuestro personaje, José María Fortanet Blasco, que había nacido en Castellón el 12 de agosto de 1934 y falleció el 7 de noviembre de 2012. Dentro de sus variadas ocupaciones, estuvo todos aquellos años en la hoguera que se encendía justo frente a la propia ermita, en la víspera del día de la Romería de les Canyes. Empezó el abuelo y terminó el nieto. Más que una costumbre que se mantenía, se trata de un símbolo, ya que significaba que El dia ja es arribat! Seres humanos ligados a la política municipal han desempeñado el cargo de ermitaño en los últimos años. Lo hermoso es que ha sido voluntariamente por propio deseo.

El chico José María fue alumno en la primera enseñanza de varios colegios de Castellón, pero lo que más recordaba siempre eran los años en el colegio Herrero. Y a los 14 años, ya estrenó el traje y el oficio de guarda lleüero del Paseo de Ribalta.

Vida pública

José María Fortanet ha tenido una dilatada vida pública, al pertenecer a muchas asociaciones y participar en cursos y cursillos de tipo religioso. Persona muy creyente y comprometida con la comunidad, en los años sesenta estuvo vinculado con la asociación Hermanos Misioneros de los Enfermos, con Pobres de Barcelona y, en los últimos tiempos, en la propia parroquia de San Cristóbal. También estuvo afiliado a la institución de Acción Católica, fue socorrista de la Cruz Roja y colaborador con la Central Sindical Independiente y de Funcionarios. Durante unos años, también estuvo afiliado a la OAR, Obra Atlético Recreativa, como yo.

Ya jubilado, ha tenido también una actividad colaboradora con el popular CEAM, muy bien situado en la Avenida del Mar.

Nunca ha estado quieto. Entre sus variadas aficiones siempre ha destacado como artista, escritor colaborador de periódicos y revistas, ebanista y, de modo especial, constructor de maquetas. En 1988 publicó un trabajo antológico en el llibret de La Host del Castell Vell. Al hilo, también diré que fue un artista que construyó la Gaiata del sector número 6, La Farola-Ravalet, en la Magdalena de 1995. En otra época, participó en la ejecución de los monumentos gaiateros de los sectores de la Porta del Sol y El Toll.

Vida familiar

En un cursillo, coincidió con la Maestra Mari Muñoz Ferrer, se hicieron novios y decidieron casarse. Ella ejercía en la población de Altura y allí se casaron. Fue el 28 de diciembre de 1973 y en la iglesia parroquial ofició la ceremonia Mossén Doménech, muy relacionado con los contrayentes. Rafael, el hermano del novio fue uno de los padrinos. Los padres de Mari vivían entonces en Altura. Y Los padres de José, Vicente Fortanet y Dolores Blasco, tan felices. Y ella, Mari, ha ejercido como maestra en varios colegios de la provincia. En Castellón capital y desde su inauguración, ejerció en el colegio Sanchis Yago. Mari tiene una hermana llamada Julia que ha sido misionera, aunque seglar, en Paraguay.

El matrimonio Fortanet-Muñoz tiene dos hijos. Elena y José Miguel. La noticia, para mí, es que Elena Fortanet es novelista. Ha publicado un libro titulado Juego de muñecas, deliciosa novela de fantasía, intriga y amores. Que presentó hace tres años en las librerías de Castellón y hoy se ve en los escaparates su segunda edición. Es una chica muy culta y yo la he conocido como excelente pintora al óleo. Habrá que estar al tanto de sus exposiciones futuras y de sus libros.