La RAE define trueque como el intercambio directo de bienes y servicios, sin mediar la intervención de dinero. Una práctica que remonta su origen al neolítico y que surgió para dar salida a excedentes ganaderos y trajo consigo la acumulación y la riqueza. Hoy, en pleno siglo XXI muchos ciudadanos recuperan esta práctica y cada vez son más las familias que intercambian billetes de tren o avión, libros y, sobre todo, casas para pasar las vacaciones.

Que el intercambio de viviendas con otro propietario que quiera hacer lo mismo en cualquier rincón del mundo va a más en Castellón, y poco a poco se consolida como una nueva forma de viajar, es algo que confirman las principales plataformas que ponen en contacto a unas familias con otras. GuesttoGuest, fundada en el 2011 y que ya tiene más de 300.000 personas inscritas en más de 180 países, contabiliza en la provincia a 910 familias dispuestas a recibir a unos turistas que, a su vez, les facilitarán estancias en el lugar elegido. A estas, suman otras 87 viviendas inscritas en el portal IntercambioCasas, pionero en esta actividad que nace en Estados Unidos como parte de esa tan en auge economía colaborativa.

Si en Castellón las cifras van a más, en el conjunto de la Comunitat Valenciana la situación es idéntica. De hecho, solo GuesttoGuest contabiliza 6.733 casas, unas cifras que sitúan a la Comunitat como uno de los destinos mayoritarios, solo superado por Andalucía, Cataluña y Madrid. Además, las ciudades españolas que más turistas han recibido en los últimos años a través de esta modalidad turística son Barcelona, Madrid, València y Sevilla.

Luis y Salomé, de 47 y 46 años, son unos veteranos en el intercambio de casas. Padres de tres hijos de entre 15 y 22 años, a este matrimonio de Castellón le encanta viajar y en estos momentos ofrecen su segunda residencia en Orpesa a cambio de una vivienda en Italia, Holanda o Escocia. Begoña y Carlos, ambos profesores y también de Castellón, buscan casa para este verano en Londres, Berlín o Roma y ofrecen su apartamento de Benicàssim o una vivienda en julio en Morella.

Quienes han utilizado el intercambio suelen repetir por la experiencia. «Lo mejor del intercambio, más allá de que ahorras una gran cantidad de dinero, es que te da la posibilidad de elegir destinos que de otra forma no te planteas, ya que recibes propuestas en lugares que ni siquiera te habrías planteado», apunta Ana, una maestra de Castellón que intercambia su casa desde hace cinco años. «Además del piso, yo intercambio también el coche. «Es una experiencia de viaje diferente y recomendable», señala.

TÚ A BENICÀSSIM Y YO A LONDRES

Las plataformas actúan como verdaderas redes sociales, poniendo en contacto a los inquilinos, pero también dando recomendaciones de transporte, rutas, monumentos para visitar y otra serie de consejos útiles. «España es el segundo país del mundo que más utiliza el intercambio de casas como alternativa a la forma tradicional de alojamiento, solo por detrás de Francia. De hecho, esta nueva tendencia es ya una de las opciones preferidas para este 2018 y ya hay más de 45.000 viviendas españolas inscritas.

En cuanto al perfil de los usuarios, el 73% son matrimonios con hijos y algo más de la mitad tienen en 45 y 55 años. Además, uno de cada cuatro usuarios se dedican a profesiones relacionadas con la educación o la sanidad.