El ministro de Agricultura, Luis Planas, aseguró ayer en una entrevista radiofónica en la Cope que la presencia de naranja sudafricana en el mercado es un «elemento a seguir» desde su departamento, pero no cree que en ningún caso sea «fundamental» para explicar la crisis citrícola que asola al campo castellonense. No obstante, reconoce que los agricultores «tienen razón» en reivindicar más controles «desde el punto de vista fitosanitario», subrayó.

De este modo, Planas negó de plano la que es la principal queja de los agricultores de la provincia, esto es, que la fruta sudafricana inunda los mercados y hunde los precios. «Lo tengo muy claro», insistió. Por otra parte, recordó que ha citado al sector para una reunión que se celebrará durante las próximas semanas.

UNA CAMPAÑA DESASTROSA //

Para el ministro, las razones que explican una campaña tan desastrosa son otras. La primera, el aumento de la produccción. «Este año han sido más de siete millones de toneladas, es decir, superior a la media», y además la campaña ha sido «muy tardía y con mucho calor», por lo que el consumo «ha sido menor en la Unión Europea». Además, del 15 de octubre al 30 de noviembre la fruta sudafricana era «más dulce» que la española. Factores que han desembocado en «un desajuste de mercado».

La segunda es que el sector adolece de un problema de «organización y falta de promoción exterior», un mensaje que el titular de Agricultura ya había lanzado con anterioridad y que ya ha discutido con los agricultores «en más de una ocasión». «Los cítricos españoles fueron lo primero que estuvo en Europa hace más de 60 años, pero no se ha cuidado la tarea de promoción», detalló.

Planas incide de esta manera en factores como la falta de actividad de Intercitrus --que se reactivó hace un mes-- durante una década o al hecho de su nivel de asociacionismo es muy bajo, lo que le resta fuerza en la negociación en instancias europeas, al no poder actuar como un lobi.

De momento, la Comisión Europea ha anunciado que va a vigilar la importación de cítricos procedentes de Sudáfrica, pero tampoco ha anunciado medidas concretas en este sentido, más allá de asegurarse que se respeta la legalidad en la materia.