El curso El talento que necesitan las universidades. Retenerlo, atraerlo y recuperarlo, realizado en el marco de la Universitat d’Estiu de la Jaume I, finalizó ayer con una mesa redonda sobre claves para el mantenimiento, la recuperación y la gestión del talento.

El papel de los programas europeos en la gestión del talento fue el eje de la intervención de Carlos Martínez Riera, consejero de Investigación e Innovación de la representación permanente de España en la Unión Europea, quien ha propuesto la creación de estructuras en las universidades para la promoción de la participación en proyectos europeos, «dado el gran volumen de recursos económicos disponibles en la política comunitaria, los cuales tenemos capacidad para captar».

Además, Martínez Riera señaló la importancia de captar talentos: «Supone una gran ventaja, si consideramos sus costes y el retorno global que generan». En ese sentido, Martínez Riera subrayó que, para su tamaño, «España está muy bien situada en el programa Horizonte 2020, frente a países más grandes que no obtienen tanta financiación». El consejero admitió «problemas estructurales» porque «necesitamos un mejor entorno para recibir los fondos europeos, dado que los programas son buenas palancas de cambio. «No disponemos del sistema regional ni nacional más favorable para contratación, flexibilidad o movilidad», dijo.

Por su parte, Luis Sanz, profesor de investigación en el Instituto de Políticas y Bienes Públicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), argumentó que debe haber mayor peso de la investigación en los procesos de selección para mejorar la investigación: «No es excusa que la Universidad tenga otras misiones, los docentes serán mejores docentes si su docencia está integrada en la investigación».

El investigador lamentó la distorsión del enfoque de los programas: «Algunas autoridades académicas ven los programas de atracción de talento como una vía de financiación excepcional; otros lo ven como una forma de ahorrarse la gestión de los procesos de selección de personal». Asimismo, criticó la separación de las funciones docente e investigadora «porque no se toman las decisiones en Recursos Humanos de manera que puedan responder a los objetivos estratégicos» e hizo hincapié en las diferencias que existen entre universidades.