El miedo al agresor o a no poder demostrar los hechos es el principal detonante que lleva a una víctima de cualquier tipo de delito sexual a no denunciar. Los expertos creen que la mitad de las personas que han padecido una trágica circunstancia de este tipo opta por el silencio y evita recurrir a la justicia. Como informó ayer Mediterráneo, los delitos sexuales aumentaron el año pasado en la provincia, según datos de Interior, hasta los 181. Una cifra que cobra especial relevancia estos días, después de que en las fiestas de la Magdalena se registraran tres violaciones, dos de ellas a menores de edad.

Las víctimas han empezado a denunciar más, pero cerca de un 50% opta por callar, como señala la presidenta del Centro de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales (Cavas) de la Comunitat, la psicóloga Beatriz de Mergelina. Este preocupante porcentaje es aún mayor si se trata de menores de edad, ya que solo entre un 10 y un 20% opta por contarlo y denunciarlo.

Abusos en la infancia

Desde este centro, que atiende también a personas de Castellón que han sufrido algún tipo de delito sexual, han detectado un incremento de denuncias tanto de mujeres como de hombres que han decidido dar cuenta ante la ley de algún tipo de abuso que sufrieron durante su infancia, la mayoría de ellos en su círculo más cercano.

A pesar de que se ha avanzado a nivel judicial en la protección de las víctimas de delitos sexuales y la sensibilización de los jueces a este respecto, la responsable de Cavas advierte de la necesidad de seguir mejorando en esta línea y conseguir que las medidas para que la persona denunciante se sienta segura sean más ágiles. Asimismo, reclama más rapidez en la resolución de este tipo de procesos, «porque son demasiado largos», con el consiguiente daño psicológico que esto supone para los afectados.

Ante el miedo a no poder demostrar la agresión sufrida, De Mergelina insiste en que si el testimonio es creíble, según los informes forenses, tiende a resolverse con una condena. «A la víctima no le suele importar tanto los años de pena sino más bien que el denunciado reconozca los hecho relatados», concluye.