El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, declaró ayer que cuando se enteró de la polémica sobre la depuradora de Borriol decidió excluir del proyecto la parcela propiedad de la empresa familiar de Francisco Martínez y apartar a este como responsable del área de Infraestructuras para “evitar cualquier sombra de sospecha”. Moliner declaró como testigo en el juicio que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, donde en el banquillo de los acusados se sientan Martínez, sus vástagos (su hijo tampoco compareció ayer), el exalcalde de Borriol Adelino Santamaría, el socio de Martínez (Raúl Babiloni) y el empleado de este (Luis García).

Durante los 15 minutos de su declaración, no hubo ningún contacto visual entre Moliner y el que fuera vicepresidente primero de la institución provincial. A preguntas del fiscal sobre el motivo por el que destituyó a Martínez, el presidente de la Diputación respondió que “entendía que mas allá de prejuzgar nada, el comportamiento público debe regirse por la ejemplaridad”.

Moliner manifestó que cuando se enteró de los hechos antes del pleno expropiatorio de los terrenos sobre los que debía construirse la EDAR de Borriol, los corroboró con el exalcalde de este municipio y le dijo que “lo más prudente” era no aprobar la expropiación y apartar la parcela 42 del polígono 11 (propiedad de Franvaltur, empresa de Martínez y sus hijos) del proyecto. Moliner afirmó que “fue una decisión compartida” con Santamaría, de quien no le consta que incluyera la parcela en el proyecto.

Recordó que a partir de ahí “ordenó a los técnicos una cronología de la actuación” de la Diputación en el proyecto y manifestó que la tramitación de la institución provincial fue “impoluta” y que fue el Ayuntamiento de Borriol el que puso el suelo para la EDAR a disposición de la administración provincial que él preside. Sin embargo, respaldó la versión de Santamaría, al asegurar que “en ningún momento se desprendió que el exalcalde de Borriol tuviera información de que existía un conflicto de intereses”. Y recordó que la dimisión de Santamaría como alcalde y como diputado se produjo porque estaba planificado con anterioridad.

“Ni digno ni ético” // Tras su declaración, Moliner defendió: “Sea delito o no, existen determinadas actitudes que conmigo no se hacen”. “No prejuzgo nada, pero sí pongo de manifiesto que la dignidad y la ética deben ser pilares fundamentales de un servidor público”. Y y como la conducta de Martínez “no fue ni digna ni ética”, tomó la decisión que tomó. Moliner aseguró que desde entonces no ha vuelto “a hablar con Martínez” y aseveró que no se esperó a “escuchar sus explicaciones” respecto a los hechos, porque no le “interesaban”. “Me indignó, igual que le indignaría a cualquier persona”, añadió. Moliner exigió a Martínez su acta de diputado nada más saber que sería imputado y le aceptó su renuncia a la militancia en cuanto se supo que se abriría juicio oral.

Además de Moliner, ayer también declaró el arquitecto municipal del Ayuntamiento de Borriol, que declaró que Santamaría nunca le influyó para incluir ninguna parcela en el proyecto ni le dijo nunca nada sobre el precio del suelo sobre el que iba proyectada la EDAR. También declaró un vecino de la finca de Babiloni, que manifestó que en las negociaciones con los terrenos se entrevistó dos o tres veces con Santamaría.

El lunes declararon otros nueve testigos, entre ellos técnicos de Diputación, que manifestaron que Martínez sí conocía el proyecto de la depuradora; y el interventor del Ayutamiento de Borriol, que se limitó a declarar que hizo el informe de fiscalización del gasto sobre adquisición de terrenos para la infraestructura.

Hoy mismo se retoma el juicio con las testificales, entre otros, del vicealcalde de Castellón y exportavoz de Compromís en la Diputación, Enric Nomdedéu. H