El presidente de la Diputación, Javier Moliner, pide ventajas fiscales para las empresas del mundo rural e implicación de todas las administraciones para luchar contra la despoblación. En el Congreso de los Diputados, Moliner abordó ayer el problema del éxodo rural y expuso su programa Repoblem como referente para abordar esta problemática.

En los Foros Apama 4.0 que llevan por título Los retos del desarrollo rural. Territorios rurales inteligentes, Moliner destacó que la despoblación rural «merece una actuación inmediata y requiere de un consenso político y social unánime». No en vano, el 86% de los pueblos de la provincia cuentan con menos de 5.000 habitantes y, entre ellos, 19 tienen menos de 100. Y este problema se repite en casi un tercio del territorio estatal, la llamada Serranía Celtibérica. Por ello, aseguró: «Es vital sensibilizar a la ciudadanía, al sector público y privado».

«Todos tenemos orígenes en algún pueblo y queremos seguir yendo y conservar su patrimonio, tradiciones e historia», dijo. Pidió activar soluciones globales «con una implicación unánime desde todos los niveles de la Administración». En este punto, Moliner señaló la necesidad de conjugar la colaboración público-privada para fomentar el empleo, la aplicación de la tecnología en sectores tradicionales, mantener una discriminación positiva en las inversiones a territorios rurales y trenzar un proyecto de futuro a medio y largo plazo.

apuesta local // El presidente provincial explicó cómo la Diputación destinará este año cerca de 30 millones de euros (el 21% de su presupuesto) a actuaciones encaminadas a consolidar población a través de Repoblem. «Creemos en nuestros pueblos y los defenderemos a ultranza», subrayó. Entre las iniciativas, Moliner detalló las ayudas a la natalidad en municipios de menos de 1.000 habitantes, las unidades de respiro familiar, las escoles matineres, las becas a informadores turísticos o el plan Wifi-135.