La coordinadora de los centros de acogida de menores de la Orden Terciarias Capuchinas, Regina del Peral, intuye que el cierre de las instalaciones de Segorbe responde a una «venganza» de un trabajador despedido días antes de que la Generalitat tomara la decisión. Desde la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas recordaron ayer a la religiosa que el traslado de los 18 menores tutelados se debió a un informe de Inspección que advertía de «indicios de maltrato, supuestos abusos sexuales de un educador a una menor y conductas inapropiadas».

Del Peral indicó que han pedido «por escrito» a la Administración el informe que llevó al cierre del centro, por una decisión que considera «unilateral», y las denuncias presentadas por menores y sus padres. Lamenta que desde la Conselleria no se les facilita dicha documentación.

«Me huele a venganza, a una patraña», señala la coordinadora, que explica que un trabajador del centro despedido amenazó a la directora «con cerrar el centro» y cinco días después «fueron a por los niños y empezaron a aparecer denuncias».

«Se ha descontextualizado, magnificado y basado en denuncias de niños y padres, a los que la Administración ha quitado la custodia de esos menores», afirma Del Peral, quien lamentó que no se haya «respetado ni a menores, ni a trabajadores ni a nadie. Una información hay que contrastarla para darla por cierta».

«tonteo» // También señaló que el educador al que se acusa de supuestos abusos sexuales fue despedido del centro «no por ese motivo, sino por incumplir las cláusulas de su contrato, que establecían que no podía relacionarse fuera del centro con menores ingresados salvo que la dirección del mismo lo autorizara», apuntó, al tiempo que consideró que lo que hubo fue «un tonteo» entre ellos. También afirmó que de los 2.265 euros que mensualmente le da la Administración por niño, 1.926 están destinados a personal y solo 339 al menor para sufragar todos sus gastos.

Desde la Conselleria de Igualdad han asegurado que la orden religiosa «dispone de la información que administrativamente le corresponde» y las quejas de menores a la Dirección Territorial han sido remitidas a la Fiscalía. Asimismo, la vicepresidenta y consellera, Mónica Oltra, señaló ayer que casos de abuso sexual en centros de menores «pueden pasar», pero «el problema es cuando se oculta» y no se actúa.

TUBERCULOSIS EN MONTEOLIVETE // En cuanto a un posible caso de tuberculosis en el centro de acogida de menores de Monteolivete (València), Oltra aseguró que, de momento, hay una «mínima profilaxis» con el uso de mascarillas y que, si se confirma, seguirán el protocolo de Salud Pública y harán lo que diga la Conselleria.