La segunda fase del nuevo edificio oncológico del Hospital Provincial aún se halla en un estadio muy incipiente. Aunque la primera parte del proyecto, que consistía en la adecuación del sótano para la mejora del diagnóstico y atención oncológica, está terminada, todavía falta que se ponga en servicio, como publicó este rotativo. Pero, además, cuando en junio del 2016 se reanudaron los trabajos del sótano tras un parón de seis años, la Conselleria de Sanidad anunció que habría una segunda fase, sujeta a la disponibilidad presupuestaria.

Un año y cuatro meses después de aquel anuncio, que hizo la directora territorial de Sanidad en Castellón, Azucena Martí, la iniciativa se encuentra aún en pañales y no hay fecha para su inicio. Aun así, fuentes de la Conselleria que dirige Carmen Montón confirmaron a Mediterráneo que esa segunda parte de la obra sigue en pie. Asimismo, indicaron que los trabajos consistirán en la conversión de lo que tenía que ser un edificio formativo con un aulario y un salón de actos en un hospital de día oncológico, con servicio de consultas externas especializadas en tumores y radiofísica. «Ahora mismo está preparándose el expediente administrativo para proceder a la licitación de la redacción del proyecto», aseguraron.

SIN PLAZOS

Es decir, que prácticamente un año y medio después de que Martí manifestara la voluntad de la Conselleria de realizar esta segunda ampliación, ni tan siquiera existe un proyecto.

Aunque tampoco tiene fecha de finalización, los plazos se auguran largos, pues la primera fase ya acumula un retraso de siete meses. Tal y como publicó este diario en su edición del martes, el sótano dedicado a diagnosis y atención oncológica debería haberse inaugurado en marzo del 2017, pero todavía no está en marcha. Conselleria confirmó que la obra está entregada y apuntó que si el edificio no está en marcha es porque hay problemas técnicos y trámites pendientes con el acelerador y la cámara, dos dispositivos claves para que el Provincial siga siendo un referente en materia oncológica.

En el caso del acelerador, queda pendiente la licencia del Consejo de Energía Nuclear y de la formación de los técnicos que se encargarán de su funcionamiento, por lo que Conselleria cree que el tratamiento a pacientes podría comenzar en un mes. Mientras, la cámara hiperbárica requiere la instalación de una línea de alta presión de oxígeno, cuyas obras se acometen ahora mismo.