La consellera de Sanidad, Carmen Montón, afirmó ayer, tras destapar una auditoría irregularidades en la gestión del Hospital Provincial, que “se acabó el chiringuito de nadie”. Puso en valor las acciones de la Generalitat para “poner la casa en orden” y acusó a los anteriores consellers del PP y a los presidentes de la Diputación de Castellón Carlos Fabra y Javier Moliner de haber “amparado” el gasto de 25 millones de euros llevado ante la Fiscalía.

“Después de la licitación y compra del acelerador lineal, seguiremos poniendo en orden cuestiones de personal y de concesiones indebidas”, aseveró Montón a preguntas de los periodistas en rueda de prensa. La consellera hizo hincapié en que la sanidad pública “no es negocio de nadie ni para nadie”.

Por su parte, los socialistas en la Diputación han exigido a Moliner que “dé la cara” y justifique los 120 contratos sin autorización de Hacienda”. Ciudadanos ha pedido más transparencia y el fin de los escándalos. H