Castellón en Bolivia. Los Moros d’Alqueria lucieron palmito y castellonería en el gran desfile de Carnaval de Santa Cruz de la Sierra ante más de 300.000 personas, según la organización. La delegación mora se convirtió solo salir al corso --es el nombre en clave boliviana del tradicional salsódromo brasileño-- en el día grande de las celebraciones de Don Carnal en la ciudad y encabezando el desfile principal abriendo la comparsa Coronadora, la de la reina del Carnaval 2018, Carla Áñez, con la asociación Holgazanes, una de las más pobladas y espectaculares de la cita.

Con caballos ondeando las banderas de Bolivia primero, España después y Castellón a los pies de las dos escuadras, los Moros desplegaron todo su poderío con las cimitarras del capitán, con sus trajes en ocres y rojos, rematados con oro viejo unos; y de azul y verde los demás, bajo sus turbantes, al ritmo de las carrozas, con la reina más mora que nunca y de las marchas que desplegaron los 20 músicos que les acompañaron en el recorrido, de varias horas.

Los Moros d’Alqueria han sido la delegación estrella del desfile principal, donde también participaron invitados de Estados Unidos, Chile, Argentina y Brasil. Como si vivieran un Pregó de las fiestas de la Magdalena en su primera vez cruzando al Hemisferio Sur en sus ya más de medio centenar de viajes exportando la semana grande y el nombre de Castellón por el mundo, los Moros no han dejado indiferente a nadie y han protagonizado espacios en la televisión estatal y en la prensa, destacando su pasacalle multicolor junto a la máxima representante de la fiesta santacruceña.

Recepción oficial

La delegación de los Moros d’Alqueria, capitaneada por su presidente, Santiago Tena; y los vicepresidentes, Leandre Escamilla y Juan Carlos Navarro, recibieron todos los honores protocolarios durante su primer fin de semana en la ciudad boliviana.

Junto a la reina Carla, la presidenta del Concejo Municipal, Angélica Sosa de Perovic, les agasajó con unos regalos de la ciudad, mientras los Moros ondeaban su bandera asociativa y la verde castellonera, exportando las fiestas e internacionalizando la Magdalena