Mosaiq, el grupo empresarial que conformaron la familia Batalla y el fondo de inversión Atitlán, ganó 34,7 millones de euros durante el 2018, lo que le permitió consolidar beneficios en un ejercicio marcado por los cambios.

Aunque en los resultados presentados por la firma figuran unas ganancias de 265,7 millones de euros, esta cifra estaba condicionada por la quita de 346 millones de deuda que los bancos aceptaron para permitir la entrada de Atitlán (fondo liderado por el yerno de Juan Roig, Roberto Centono, y Aritza Rodero) en el conglomerado, una operación que se realizó hace dos años.

Las cuentas incluyen los resultados de explotación de las ramas de construcción y medio ambiente, así como de siete meses de la azulejera Saloni, ya que hace ahora apenas un año Mosaiq vendía esta empresa ubicada en l’Alcora, que pasó a formar parte de la firma británica Victoria PLC. Esta operación, que se cerró en 74 millones de euros, es una de las que han permitido al grupo inglés consolidarse como uno de los actores más importantes del panorama azulejero en España, pues también adquiró Íbero este verano después de hacer lo mismo con Keraben.

En paralelo, ese movimiento permitió a Obinesa (perteneciente a la familia Batalla y heredera de Lubasa) la recompra, a finales del año 2018, de la división de construcción a Atitlán. Esto permitió a los empresarios castellonenses retomar el control, a través de un nuevo holding llamado Simetria, formado por las constructoras Becsa y Durantia, Indertec (ingeniería y energía) y Casva (seguridad), entre otras firmas. Por su parte Mosaiq, del que forman parte tanto los Batalla como Atitlán, mantiene la parte del negocio relacionado con servicios y medio ambiente, con empresas como Centre Verd, Tetma o Reciclados Palancia Belcaire (RPB).

familia batalla // Esa operación se llevó a cabo el 24 de diciembre del 2018, cuando los órganos directivos de Mosaiq acordaron repartir 136,8 millones en dividendos para acometer la escisión, de los cuales la familia Batalla ingresó 41,8 en forma de acciones de Simetria, y los responsables de Atitlán se embolsaron 42 millones.

La entrada de Atitlán en Obinesa se produjo en agosto del 2017, hace ahora dos años.