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El catedrático de la Universidad de València y director del Plan Provincial de Mosquitos de la Diputación de Castellón, Ricardo Jiménez, explicó: «Nos aproximamos al otoño y las lluvias, por lo que a partir de septiembre vamos a iniciar la campaña especial en los humedales, para controlar el mosquito de marjal (distinto del tigre y el común)». «La previsión son unos meses de calor y mínimas altas, de 19 y 20 grados. El mosquito tigre estará activo mientras no lleguemos a los 12 grados. Ese es el peligro y por ello activamos más vigilancia», señaló. Para ello, el dispositivo coordinado por Diputación cuenta con nuevas dotaciones más eficaces: un vehículo anfibio con posibilidad de acceder a zonas inundadas hasta cierto nivel, «que posibilita el tratamiento directo al agua»; y otro de pulverización potente. Con ellos, quizás no sea necesario el tratamiento aéreo, indicó el especialista.
Jiménez añadió que «en la provincia, salvo excepciones, el mosquito común está bajo control. Y el tigre, tras un junio y julio relativamente malo, en agosto se ha ido suavizando su impacto; si bien seguirá activo hasta noviembre, entre la época de lluvias y el calor».
Los vecinos de la Marjaleria de Castelló denunciaron que en las últimas semanas se ha detectado un incremento exponencial, igual que en Benicàssim, que han detectado un rebrote, un problema muy similar al registrado en Burriana, Nules, Moncofa o Xilxes, en puntos cercanos a la Marjal.
Como consecuencia, la portavoz de Ciudadanos en la Diputación, Cristina Fernández, lamentó que un verano más las políticas antimosquitos hayan fracasado en la provincia, por lo que pidió mayor coordinación y previsión entre Diputación y Conselleria de cara al ejercicio del 2021. H
